¿Ocurrirá un milagro con Elon Musk y Tesla?
Tesla se enfrenta a una “tormenta perfecta”: las acciones caen, las ganancias se desploman y se producen protestas con incendios de salas de exhibición en muchos lugares.
En este contexto, los expertos se preguntan cuál podría ser el límite para que Elon Musk “despierte”. ¿Cuánto deben caer las acciones de Tesla para que pueda realmente volver a dirigir la empresa?
Los inversores obtuvieron parte de la respuesta hoy, cuando Tesla publicó su informe financiero del primer trimestre.
Al comienzo de la reunión con analistas, Musk afirmó que a partir del próximo mes volverá a trabajar más en Tesla y que solo dedicará unos días a la semana al Ministerio de Eficiencia Gubernamental si el presidente aún lo necesita. Las acciones de Tesla subieron ligeramente unas horas después.
Es innegable que el largo trabajo de Musk en Doge ha ejercido presión sobre las acciones de Tesla. Desde su máximo valor tras las elecciones, ninguna empresa que cotiza en EE. UU. ha perdido más capitalización bursátil que Tesla, con la excepción de Apple y Nvidia, que son mucho más grandes.
Con la valoración actual de 750 mil millones de dólares, el valor de Tesla no está respaldado por las ventas de automóviles, sino por la creencia de que Musk puede crear un “milagro”, y es importante que tenga tiempo para hacerlo.
Los impuestos comerciales y la aprensión de los clientes ante las tendencias políticas de Elon Musk agravan aún más la situación.
Los ingresos de Tesla por vehículos eléctricos cayeron un 20 % en el último trimestre, en parte debido a las interrupciones en la reestructuración de las fábricas, pero también a una disminución de la demanda.
Incluso los inversores más leales están empezando a preocuparse: Wedbush Securities redujo recientemente su precio objetivo para las acciones de Tesla en más de un 40%, lo que sugiere que DOGE puede haber “quemado” el 20% de su demanda futura.
La pregunta es: ¿De verdad le importan a Musk las fluctuaciones del precio de las acciones? Claro que debería interesarle, porque su participación en Tesla ahora vale casi 100.000 millones de dólares.
Pero, por otro lado, alrededor del 40% de su participación en el fabricante de cohetes SpaceX vale unos 150.000 millones de dólares, según el último acuerdo interno de acciones.
Sin embargo, Musk no ha prometido volver a Tesla con todo su corazón, ya que, según él, DOGE tiene la misión de “salvar a Estados Unidos de la bancarrota”.
Para alguien con mentalidad pionera, es comprensible que a Musk le importe más el futuro que el presente. Y esa visión no ha cambiado hasta ahora: un futuro en el que Tesla produce millones de robots humanoides llamados Optimus, y los coches familiares pueden generar ingresos adicionales funcionando como taxis autónomos en su tiempo libre.
Volvió a destacar durante la junta de accionistas de hoy que Tesla podría valer más que las cinco principales empresas estadounidenses juntas, cuyo valor actualmente ronda los 11 billones de dólares.
¿Pueden los accionistas esperar recibir una atención integral de sus líderes en un futuro próximo? Probablemente no. En el caso de los aranceles de Trump, es el mercado de bonos, no el de valores, lo que está llevando a la administración a reconsiderar su postura, dado el riesgo de interrumpir la financiación pública.
Musk no necesita preocuparse demasiado por estos asuntos. Tesla actualmente tiene una deuda de 7 mil millones de dólares, pero posee más de cinco veces esa cantidad de efectivo.
En algún momento, Musk podría necesitar recaudar más capital; en una ocasión, supuso que entrenar a Optimus podría costar hasta medio billón de dólares.
Si eso se hace realidad, el CEO de Tesla tendrá más motivos para preocuparse por cómo el mercado evalúa su asignación de tiempo. Pero por ahora, puede observar las señales del mercado bursátil sin mirar atrás.
News
End of content
No more pages to load