A pesar de estar constantemente rodeado de líderes mundiales, científicos pioneros y la élite de la industria tecnológica, Elon Musk solo reconoce públicamente a tres personas como las más inteligentes que ha conocido. En el podcast “Verdict”, publicado el 17 de marzo, Musk, impulsado por el presentador y senador republicano Ted Cruz, no dudó en mencionar nombres. ¿Sus opciones? Larry Ellison, Larry Page y Jeff Bezos.

“Larry Ellison es muy inteligente”, dijo Musk, refiriéndose al cofundador de Oracle. “Creo que es una de las personas más inteligentes del mundo”. Ese fue el primer nombre de su lista, pronunciado con convicción y sin vacilación.

A continuación, habló Larry Page, cofundador y exdirector ejecutivo de Google. Musk no entró en detalles en ese momento, pero su tono sugería un profundo y antiguo respeto por la inteligencia y la visión de Page. Por último, Musk reconoció a Jeff Bezos, fundador de Amazon y su rival de toda la vida en la carrera espacial privada.

“Jeff Bezos ha hecho muchas cosas difíciles y grandiosas”, dijo Musk, dándole un reconocimiento público poco común a alguien con quien a menudo se ha enfrentado, especialmente en la competencia entre SpaceX y Blue Origin.

Para Musk, la inteligencia no se trata solo de coeficiente intelectual o acrobacias verbales. Se trata de resultados. “Se puede medir la inteligencia a través de lo que una persona ha logrado”, insinuó Musk. Ese criterio coloca a Ellison, Page y Bezos firmemente en la cima.

Cada uno de ellos creó empresas icónicas que redefinieron no sólo sus industrias sino también la forma en que vivimos y trabajamos hoy.

A pesar de estar enfrascado en un duelo tecnológico de dos décadas con Bezos, en particular por el dominio del sector espacial, Musk dejó la rivalidad a un lado para reconocer los logros de Bezos. Es un gesto inusual en un hombre conocido más por su honestidad directa que por sus elogios.

Actualmente, se ciernen nubes financieras sobre los tres. Según fuentes internas, sus patrimonios han sufrido fuertes caídas. Bloomberg estima el patrimonio neto de Larry Ellison en 169.000 millones de dólares, el de Larry Page en 149.000 millones y el de Jeff Bezos en 218.000 millones.

Ni siquiera el propio Musk es inmune a la turbulencia. La volatilidad de las acciones de Tesla arrasó recientemente con el 30% de su patrimonio en tan solo diez semanas.

Pero no se trata de dinero, sino de intelecto. En ese ámbito, estos tres titanes aún reinan en la mente de Musk. Eso es revelador, sobre todo viniendo de alguien que ha contribuido personalmente a transformar industrias, desde los vehículos eléctricos hasta los vuelos espaciales y las redes sociales.

Curiosamente, la aparición de Musk en el podcast no se limitó a repartir elogios. La conversación también abordó temas de política, políticas públicas y el estado del gobierno federal de Estados Unidos.

Musk criticó abiertamente lo que considera ineficiencias en Washington, calificando al gobierno de “peor de lo que pensaba”, pero reconociendo también que “hay margen de mejora”.

Habló específicamente sobre la propuesta de crear una oficina de DOGE en la Casa Blanca, un guiño no tan sutil a su amor por la criptomoneda meme Dogecoin, así como a su convicción de transformar las instituciones obsoletas. Musk también mencionó la necesidad de reducir la plantilla federal, una postura que ha suscitado fuertes críticas tanto de los funcionarios públicos como del público en general.

Uno de los críticos más acérrimos de Musk en este aspecto es nada menos que el cofundador de Apple, Steve Wozniak. Wozniak se opuso firmemente a la idea de despidos masivos, calificándolos de “intimidación”. Enfatizó que las reformas deben implementarse con precisión y cuidado. “Usen un bisturí, no un mazo”, aconsejó, refiriéndose al estilo descarado de Musk para eliminar la ineficiencia.

La tensión entre la visión de Musk y las estructuras tradicionales no es nueva. Lleva mucho tiempo en conflicto con reguladores, sindicatos e instituciones de ritmo lento. Pero lo interesante aquí es cómo su admiración por otros disruptores —Ellison, Page y Bezos— refleja su propio estilo combativo.

Cada uno de ellos rompió barreras, redefinió normas y reescribió las reglas de lo que era posible en los negocios.

Larry Ellison no solo cofundó Oracle; también construyó uno de los gigantes del software empresarial más resilientes del mundo. Sus apuestas audaces y su mente aguda le han ganado la reputación de ser un estratega empresarial con un profundo conocimiento de la tecnología y los mercados.

Larry Page cocreó el motor de búsqueda más potente del mundo y lo convirtió en una de las empresas más influyentes del planeta. Su fe en los proyectos ambiciosos y la innovación radical refleja las propias tendencias de Musk, ya sean los coches eléctricos o la colonización de Marte.

Jeff Bezos, por supuesto, transformó el comercio minorista en línea con Amazon, luego se abocó al dominio de la computación en la nube con AWS y finalmente se lanzó a la carrera espacial con Blue Origin. Si bien Musk y Bezos compiten ferozmente, existe un reconocimiento mutuo de sus respectivas trayectorias, cada una marcada por una ambición inquebrantable y un éxito descomunal.

Al final, los comentarios de Musk nos dan una idea no solo de a quién respeta, sino también de qué respeta. La inteligencia, en su mundo, no es abstracta. Es tangible. Se asemeja al calculado ascenso de Ellison a través del software, la incansable búsqueda de innovación de Page y la tenacidad de Bezos para construir un imperio.

Y quizás, al nombrar a estos tres, Musk también revela algo de sí mismo. No son solo hombres inteligentes. Son visionarios. Constructores. Innovadores que superaron las adversidades y redefinieron el juego a su manera.

No es sorprendente que Musk vea algo de sí mismo en ellos.

Pero por ahora, se complace en reconocer el mérito, algo inusual en un mundo donde el ego a menudo supera a la admiración. En Ellison, Page y Bezos, Musk ha encontrado mentes dignas de reconocimiento. Y al hacerlo, nos ha dado a los demás un vistazo al salón de la fama que existe en su propia mente.