En pantalla, eran la pareja perfecta: bella, apasionada y cautivadora. Pero detrás de las escenas de “Cuidado con el ángel” existía una relación que fue mantenida en secreto, negada públicamente y controlada por uno de los gigantes mediáticos más poderosos de México: Televisa. Pocos saben que aquel breve pero intenso romance con William Levy se convirtió en un punto de inflexión en la vida de Maite Perroni, un giro del destino que ella pagó con su fama… y con el corazón.

Cuando la ficción se volvió realidad

En 2008, Maite Perroni comenzaba su camino como actriz tras el fenómeno mundial de RBD. Su primer protagónico llegó en la telenovela Cuidado con el ángel, compartiendo créditos con William Levy, un actor en pleno ascenso. La química entre ambos traspasó la pantalla, y muy pronto se convirtieron en una de las parejas más queridas del horario estelar.

Sin embargo, durante el rodaje, los rumores de un romance verdadero no tardaron en circular. Aunque Maite y William negaron insistentemente cualquier relación amorosa y aseguraron que solo eran buenos amigos, la prensa del corazón no dejó pasar las imágenes comprometedoras captadas en el set. La situación se volvió aún más delicada cuando se supo que William mantenía una relación estable con la actriz Elizabeth Gutiérrez, quien más tarde lo acusaría públicamente de traición.

La intervención de Televisa y el costo de la censura

Ante la creciente polémica y la presión de patrocinadores, Televisa —productora de la telenovela— habría intervenido para controlar el daño. Según fuentes internas, la empresa impuso una serie de restricciones a ambos actores: evitar declaraciones personales, limitar el contacto fuera del set, y no confirmar ningún tipo de vínculo sentimental.

Más allá del control mediático, la imagen de Maite comenzó a verse afectada. A pesar de no haber hecho declaraciones comprometedoras, muchos la señalaron como “la otra”, mientras que William mantenía el foco como galán. La presión provocó un fuerte impacto emocional en la actriz. Varios contratos publicitarios fueron suspendidos y su reputación como figura pública se tambaleó.

Al mismo tiempo, William Levy se vio envuelto en múltiples escándalos. Un exasistente suyo reveló que el actor habría tenido relaciones paralelas con más de 40 mujeres mientras seguía con Elizabeth, y que incluso llegó a confesar en privado que Maite era “el verdadero amor de su vida”.

Un reencuentro frío y el silencio como respuesta

En 2010, pese a los rumores y el historial conflictivo, Televisa volvió a unir a Maite y William como protagonistas en la telenovela Triunfo del amor. No obstante, el ambiente ya no era el mismo. Según miembros del equipo, la relación entre ambos era tensa y distante; apenas se dirigían la palabra fuera de cámara.

Tras aquella producción, solo se reencontraron en tres ocasiones. La última fue en 2015, durante el evento de “Los 50 más bellos” de la revista People en Español. En esa ocasión, Maite le dio un beso en la mejilla a William, marcando un cierre simbólico a una historia que ya no tenía retorno.

Un capítulo cerrado, una mujer más fuerte

A pesar de la censura, las especulaciones y el juicio público, Maite Perroni nunca utilizó esta historia como plataforma para llamar la atención. Eligió el silencio y la concentración en su carrera, apostando por proyectos sólidos y alejados de polémicas. Con el tiempo, no solo recuperó su imagen, sino que consolidó su presencia como una de las artistas más respetadas de su generación.

Hoy, ese capítulo con William Levy no representa escándalo, sino madurez. Un episodio que, lejos de hundirla, la obligó a evolucionar, marcar límites y reafirmar su valor personal y profesional.

Hay amores que terminan en lágrimas, y otros que terminan en fuerza. Para Maite Perroni, haber sido censurada no significó perder su esencia, sino demostrar que su historia la escribe ella, y nadie más.