Según la información más reciente de Palo Alto, California, es probable que la compañía Tesla lance un vehículo eléctrico revolucionario con un precio inicial de $15,679: el Model 2. Esta medida busca abordar uno de los mayores obstáculos para la adopción generalizada de vehículos eléctricos: el costo.

Hoy en día, los vehículos Tesla —por los cuales el fabricante se ha considerado un referente tecnológico— son, ante todo, vehículos con ingresos altos, con un ingreso promedio de aproximadamente $150,000 al año, el doble del ingreso familiar promedio en Estados Unidos.

El Model 2 busca ofrecer tecnología EV premium a un precio razonable para el consumidor estadounidense promedio, con un ingreso familiar promedio de aproximadamente $75,000.

Los asesores financieros recomiendan que las cuotas del auto, como máximo, nunca superen el 10-15% de los ingresos mensuales, considerando que muchos compradores potenciales de Tesla quedan rápidamente fuera del mercado.

Para intentar reducir el precio a este rango, Tesla está adoptando un enfoque multifacético que busca reducir sus costos y, al mismo tiempo, mantener un vehículo seguro y de alta calidad.

Las baterías de estado sólido de última generación se encuentran entre las innovaciones clave, lo que permite una reducción proyectada en el costo de las baterías a $60 por kilovatio hora.

Estas baterías ofrecen una mayor longevidad y desempeñan un papel fundamental en el ahorro general de costos.

Además, el fabricante de vehículos eléctricos está implementando procesos de fabricación modernos a gran escala, utilizando automatización masiva y tecnología Giga Casting para maximizar la eficiencia y podría ahorrar hasta un 30 % en costos de fabricación.

La compañía también mantiene bajos los costos de ingeniería al reciclar plataformas y software de modelos anteriores, lo que permitirá integrar funciones sofisticadas de asistencia al conductor a un precio menor que la alternativa de una marca premium.

El Model 2, sin embargo, está orientado a conductores urbanos; ocupa menos espacio y tiene una autonomía de batería de 562 kilómetros. (En este caso, se refiere a quienes viajan diariamente al trabajo, a quienes recorren largas distancias y a otros conductores más comunes que buscan un estilo asequible).

La demanda de vehículos eléctricos a precios razonables es esencial para lograr una adopción masiva y alcanzar los objetivos de sostenibilidad. El auge de los modelos de gama baja demuestra su importancia en la compra general del consumidor, como lo demuestra el caso de China con modelos como el BYD Seagull. El esperado Tesla Model 2 podría marcar la pauta para los vehículos eléctricos asequibles en gran parte del mundo.