En un mundo donde los magnates multimillonarios de la tecnología a menudo se mueven entre la ciencia ficción y la realidad, nadie difumina esa frontera como Elon Musk. Y ahora, internet bulle con uno de los rumores más extraños y especulativos hasta la fecha: Musk supuestamente está lanzando un proyecto secreto para crear una nueva generación de niños genéticamente dotados: futuros líderes destinados a colonizar Marte.

Apodado por los internautas como el “Programa Bebés X-AI”, esta supuesta iniciativa pinta un panorama surrealista. Según publicaciones virales en foros y redes sociales, Musk supuestamente está reclutando mujeres altamente inteligentes y talentosas de todo el mundo —científicas, artistas, ingenieras e incluso investigadoras de élite en IA— para participar en un “programa de crianza de genios” encubierto. ¿El objetivo? Producir la raza humana definitiva de la próxima generación.

Puede parecer sacado de una novela distópica, pero esta extraña idea ha provocado conversaciones reales, debates en línea y más de una sorpresa.

El rumor parece haberse originado a partir de publicaciones anónimas en comunidades en línea especializadas, conocidas por sus teorías conspirativas y especulaciones futuristas. Una publicación afirmaba que Musk había estado contactando en privado a mujeres seleccionadas a través de intermediarios, ofreciéndoles la oportunidad de contribuir al futuro de la humanidad creando una descendencia superior.

No hay evidencia verificada de que esto suceda, ni comentarios públicos de Musk ni de ninguna de sus empresas. Aun así, la teoría se ha extendido rápidamente, ganando terreno en foros relacionados con la inteligencia artificial, la exploración espacial y el futurismo.

Parte de lo que hace que la idea sea tan atractiva es que no parece del todo imposible, al menos no para alguien como Musk.

El director ejecutivo de Tesla y SpaceX ya es conocido por su peculiar enfoque en la crianza y la familia. Ha tenido al menos 11 hijos con múltiples parejas, entre ellas el músico canadiense Grimes y el ejecutivo de Neuralink, Shivon Zilis. Varios de estos hijos tienen nombres futuristas, el más famoso es “X Æ A-12”, a quien Musk se ha referido casualmente como un “híbrido de IA” y “futuro comandante de Marte”.

Además, Musk ha expresado abiertamente su preocupación por el declive de la población mundial, calificándolo de «una de las mayores amenazas para la civilización». También ha animado a las «personas inteligentes» a tener más hijos, planteando la procreación como una responsabilidad moral para la supervivencia de la humanidad.

Todo esto añade suficiente plausibilidad al rumor para que la gente se pregunte: ¿Será este el siguiente paso?

A pesar del apodo jocoso, el rumor del “Programa de Bebés X-AI” plantea serias preocupaciones éticas. La idea de criar selectivamente “bebés genio” basándose en el coeficiente intelectual, el talento o la genética evoca estrechamente el oscuro legado de la eugenesia, la controvertida y a menudo racista pseudociencia que pretendía mejorar la raza humana mediante la reproducción selectiva.

Los críticos han señalado que incluso si esta idea fuera sólo una broma o una especulación exagerada, todavía refleja una corriente subyacente inquietante en el tecnoelitismo moderno: la creencia de que la inteligencia es cuantificable, heredable y la clave para dar forma al futuro de la humanidad.

“Una cosa es animar a gente con talento a tener hijos”, comentó un bioeticista en X. “Otra cosa muy distinta es orquestar un programa que suena a culto de la fertilidad de ciencia ficción”.

Otros, sin embargo, argumentan que las intenciones rumoreadas de Musk son menos siniestras y están más alineadas con su obsesión más amplia de asegurar la supervivencia a largo plazo de la humanidad.

Si el rumor es cierto, los hijos de este programa especulativo serían criados no solo como genios, sino como pioneros: una generación entrenada desde su nacimiento para afrontar los desafíos de la vida interplanetaria. Musk lleva tiempo afirmando que su objetivo final es construir una colonia sostenible en Marte, garantizando la supervivencia de la especie en caso de catástrofes en la Tierra.

La creación de individuos “hipercapaces” —posiblemente a través del talento natural, la integración de IA o modelos educativos futuristas— podría, teóricamente, alinearse con esa misión.

Es improbable, sin duda. Pero, repito, se trata del mismo hombre que lanzó un Tesla Roadster al espacio, perforó túneles bajo ciudades y quiere conectar cerebros con máquinas. Un programa de reproducción humana de nueva generación no es lo más descabellado que la gente haya imaginado.

La respuesta en línea ha sido una mezcla caótica de asombro, sátira, preocupación y diversión.

Un meme popular muestra a Musk con una bata de laboratorio, rodeado de filas de incubadoras de bebés que brillan con luz de neón, titulado: “La clase de kínder de Marte de 2050”. Otro bromeaba: “Hazte a un lado, Tinder: Elon tiene una nueva aplicación de emparejamiento para salvar la civilización”.

Otros están tomando el rumor más en serio y piden transparencia, supervisión ética y aclaraciones del propio Musk.

“Puede que sea falso”, publicó un usuario de Reddit, “pero el hecho de que pueda ser real es lo que lo hace aterrador”.

Hasta el momento, Elon Musk no ha reconocido el rumor. Se desconoce si lo encuentra absurdo, divertido o extrañamente halagador. Pero dada su afición por trolear y por fomentar el caos en internet, algunos esperan que eventualmente lo aborde, ya sea con un tuit críptico, un meme o incluso un comentario informal durante un podcast.

Hasta entonces, el mundo sigue especulando: ¿Está Elon Musk construyendo en secreto una generación de superhumanos con capacidades espaciales? ¿O es solo el último mito de internet, un extraño reflejo de lo difusa que se ha vuelto la frontera entre la vida real y la ciencia ficción?

Aunque no hay pruebas que respalden la afirmación de que Elon Musk esté lanzando un “Programa de Bebés X-AI”, el rumor dice mucho sobre la percepción pública de sus ambiciones e influencia. Lo ames o lo odies, Musk se ha convertido en el tipo de figura que todo parece posible, incluso un programa de reproducción futurista para salvar la especie.

Ya sea que se trate de una fantasía, una parodia o un atisbo de algo real, revela una verdad más profunda: hoy vivimos en una época en la que los líderes tecnológicos no son solo directores ejecutivos, sino personajes casi mitológicos en nuestra imaginación colectiva, capaces de cualquier cosa, incluso de remodelar el futuro de la humanidad, un bebé a la vez.