Los Ángeles, CA – En una sorprendente escalada legal, el empresario multimillonario Elon Musk presentó una demanda por difamación contra Joy Behar, copresentadora del programa de entrevistas diurno de ABC, The View, y los productores del programa, solicitando 70 millones de dólares en daños.

La demanda, presentada en un tribunal de California el 20 de marzo de 2025, acusa a Behar y al programa de hacer declaraciones “falsas y maliciosas” sobre Musk que supuestamente empañaron su reputación y causaron un daño personal y profesional significativo.

Esta batalla legal de alto riesgo marca un enfrentamiento dramático entre uno de los innovadores más destacados del mundo y una figura fija de la televisión estadounidense, destacando la polémica intersección de la libertad de expresión, la responsabilidad de los medios y las personas públicas.

La demanda se deriva de los comentarios que Behar hizo durante un episodio reciente de The View, donde etiquetó a Musk como “pro-apartheid” y “enemigo de los Estados Unidos” mientras discutía su creciente influencia en las esferas políticas y económicas.

Los comentarios de Behar, pronunciados durante un acalorado segmento sobre la relación de Musk con el presidente Donald Trump, sugirieron que su educación sudafricana durante el apartheid moldeó una visión del mundo problemática.

“Nació durante el apartheid en Sudáfrica, así que tiene esa mentalidad; era proapartheid, según tengo entendido”, declaró Behar, según el expediente legal. Los abogados de Musk argumentan que estas acusaciones son infundadas, provocativas y buscan desprestigiar su imagen, señalando que Behar se retractó posteriormente en antena, admitiendo: “No estoy seguro si lo era”, antes de añadir en broma: “Así que no me demandes, ¿vale, Elon?”.

Sin embargo, esa petición parece haber caído en saco roto. El equipo legal de Musk afirma que las declaraciones iniciales de Behar no solo fueron imprudentes, sino que también conllevaban una “intencionada” de dañar su reputación, dado el amplio alcance e influencia de su plataforma.

La cifra de 70 millones de dólares, argumentan, refleja la escala del daño infligido a la imagen pública de Musk y los posibles efectos dominó en sus emprendimientos comerciales, incluidos Tesla, SpaceX y X Corp.

Behar y The View difundieron a sabiendas falsedades a millones de espectadores, presentando al Sr. Musk como partidario de un régimen racista y una amenaza para los valores estadounidenses, acusaciones que son demostrablemente falsas —se lee en la demanda—. Esto no fue un simple desliz, sino un ataque calculado.

Musk, de 53 años, nació en Pretoria, Sudáfrica, en 1971, durante la era del apartheid, un sistema de segregación racial que duró hasta principios de la década de 1990. Abandonó el país a los 17 años para asistir a la universidad en Canadá y posteriormente se nacionalizó estadounidense. Si bien Musk ha hablado ocasionalmente sobre su infancia, nunca ha respaldado públicamente el apartheid, y su familia ha refutado las acusaciones que lo vinculan con su ideología.

Su madre, Maye Musk, escribió en una ocasión en X que oponerse públicamente al apartheid en Sudáfrica en aquel entonces podía conllevar penas de prisión, sugiriendo que la familia se desenvolvía en un entorno complejo en lugar de apoyarlo. La demanda de Musk cita este contexto, argumentando que los comentarios de Behar ignoraron matices históricos y fabricaron una narrativa para generar un efecto sensacionalista.

La demanda ha desatado una ola de reacciones. Los partidarios de Musk, especialmente en X, lo han apoyado con publicaciones que califican las declaraciones de Behar de “vergonzosas” y lo instan a “responsabilizar a los medios”. Los críticos, por su parte, ven la demanda como un intento de silenciar la libertad de expresión.

“Joy Behar estaba dando una opinión, no afirmando un hecho legal; demandar por esto es absurdo”, publicó un usuario de X. Expertos legales sugieren que el caso podría depender de si las declaraciones de Behar se consideran opiniones protegidas según la ley estadounidense o si se convierten en difamación al presentar afirmaciones no verificables como ciertas.

Para Behar y The View, hay mucho en juego. Conocida por su mordacidad y sus comentarios sin complejos, la comediante de 82 años ya ha enfrentado controversias, pero una demanda de 70 millones de dólares por parte de uno de los hombres más ricos del mundo representa una nueva frontera.

Ni Behar ni ABC han emitido una respuesta oficial, aunque fuentes cercanas al programa afirman que los productores están preparando una defensa enérgica, posiblemente argumentando que su retractación en antena mitiga cualquier daño. Aun así, una derrota podría sentar un precedente, inhibiendo los comentarios francos sobre figuras públicas.

Musk, acostumbrado a batallas legales y disputas públicas, parece decidido a seguir adelante. La demanda de 70 millones de dólares no se trata solo de una compensación, sino de una declaración. “Están mintiendo sobre mí”, habría dicho Musk, según el documento, haciéndose eco de sus frustraciones pasadas con la imagen que los medios le dieron. Queda por ver si esta demanda transformará su relación con los críticos o redefinirá los límites del discurso televisado.

A medida que se desarrolla el caso, promete ser un duelo de gran éxito, enfrentando a un gigante tecnológico contra un gigante de los programas de entrevistas en una lucha por la verdad, la reputación y el poder de la palabra. Se espera que los procedimientos judiciales comiencen en las próximas semanas, bajo la atenta mirada de la nación y del mundo.