George Strait, el rey disputado de la música country con una carrera de más de tres décadas e innumerables elogios, ha arrojado una piedra al suave pop del género con sus recientes comentarios sobre la incursión de Beyoncé en la música country.

En una entrevista concedida a la revista, Strait criticó el coqueteo de Beyoncé con los elementos country en su último álbum, diciendo: “No puedes ponerte un  sombrero y unas botas de vaquero  y decir que eres country. Tienes que vivirlo, respirarlo, esa canción tiene que ser real. Se trata de las historias, las luchas, los lugares. No es solo un ritmo o una melodía”.

Strait, conocido por su origen country tradicional y su compromiso inquebrantable con los valores fundamentales del género, enfatiza la autenticidad y las experiencias vividas.

La música country, para él, es un tapiz tejido con hilos de personas reales, luchas reales y una profunda conexión con la tierra y su espíritu.

Sin embargo, Strait reconoce el potencial de la politización entre géneros y admite que “siempre hay lugar para la creatividad y las nuevas interpretaciones.

La música evoluciona, eso es un hecho. Pero tiene que haber un equilibrio. “Tenemos que proteger el corazón de la música country mientras abrazamos nuevas ideas”.

Los comentarios de Strait han encendido una tormenta de fuego dentro de la comunidad musical del país, provocando un intenso debate.

Los tradicionalistas se mantuvieron firmes detrás de la leyenda, argumentando que Beyoncé no puede reclamar un lugar en la mesa del país simplemente incorporando algunos elementos de la música.

Consideran que su exploración del género es una apropiación cultural, una celebridad que mete los pies en un pozo que rebosa de sudor y lágrimas de las generaciones.

Por otro lado, algunos fanáticos consideran que los comentarios de Strait son una forma de controlar el acceso a la música, y sostienen que esta debería estar libre de restricciones geográficas.

Creen que Beyoncé, o cualquier artista, tiene derecho a explorar diferentes áreas musicales y expresarse creativamente.

Este debate va más allá del álbum de Beyonce. Se adentra en la esencia misma del género en un mundo en el que las fronteras musicales se difuminan cada vez más.

¿Pueden los artistas tomar elementos de otros géneros sin diluir los propios? ¿La expresión artística tiene que adaptarse a las definiciones establecidas?

La verdad, tal vez, se encuentre en algún punto intermedio. La música country, como cualquier otro género, es una etnicidad viva que ha evolucionado con el tiempo.

Desde las baladas tristes de Hawk Williams hasta los himnos proscritos de Waylop Jepigs, la música country siempre ha adoptado nuevas voces y sonidos, sin perder su esencia.

Tal vez el experimento de Beyoncé abra el camino a una nueva ola de música country, una que tienda un puente entre la tradición y la modernidad. O tal vez sea un experimento independiente, una muestra de algo diferente.

Una cosa es cierta: los comentarios de George Strait han reavivado la pasión por el género, recordándonos su rica historia y provocando una conversación sobre su futuro.

Ya sea que estés de acuerdo con Strait o no, hay mucha confianza en que el rey ha hecho que el mundo de la música del país hable. Y si hay un género que prospera con la narración y la copión, eso es algo bueno.