En lo que solo puede describirse como el último episodio de la serie de telerrealidad de Elon Musk, el magnate de la tecnología ha vuelto a romper Internet.

Esta vez, no se trata de Teslas que se estrellan en lagos ni de tuits cuestionables sobre Dogecoin.

No, Musk decidió publicar lo que él llama la “lista SIN CENSURA”, una recopilación de fotos, videos y un dossier sospechosamente detallado que vincula a varias

estrellas famosas con nada menos que el magnate de la música Sean “Diddy” Combs.

“La gente merece saber la verdad”, proclamó Musk dramáticamente en X (antes Twitter, porque un cambio de marca siempre mejora las cosas).

“La transparencia es clave. Que las fichas caigan donde tengan que caer”. Y cayeron, mientras Internet implosionaba colectivamente en un caos de memes, opiniones polémicas y teorías conspirativas.

¿Qué reveló Musk exactamente? Oh, solo las típicas imágenes escandalosas, capturas de pantalla crípticas y una hoja de cálculo de Excel que parecía sospechosamente hecha a toda prisa.

La lista, denominada “sin filtros”, supuestamente incluye nombres de celebridades de alto perfil, desde músicos y actores hasta influencers y, prepárense, políticos.

Aparentemente, todos estos individuos tienen algún tipo de asociación con Diddy, lo que, según Musk, es una insignia de honor o una señal de alerta, dependiendo de cuánto creas en las publicaciones crípticas cargadas de emojis.

Pero ¿cuál es el plato fuerte? Un fragmento de vídeo que supuestamente muestra a Diddy en un “evento exclusivo” rodeado de estas mismas estrellas, que, por supuesto, son ahora la última obsesión de Internet.

¿Se trata de una reunión de los Illuminati? ¿De un ensayo para un nuevo vídeo musical? ¿O simplemente de una noche de martes normal en Hollywood? Musk no lo dice, pero sin duda está disfrutando del espectáculo.

Las reacciones de las celebridades en cuestión han sido, como era de esperar, una mezcla de indignación, negación y declaraciones estratégicamente vagas.

Mientras algunos califican las acciones de Musk de “grosera invasión de la privacidad” y amenazan con emprender acciones legales, otros parecen estar inclinándose hacia el caos.

Un actor, que permanecerá anónimo pero cuyo nombre rima con “Shmorez Schmogan”, tuiteó: “Espera, ¿estoy en esta lista? Genial, supongo”.

En cuanto a Diddy, el hombre en el centro de este torbellino, se ha mantenido tranquilo, como es habitual en él. “Pueden decir lo que quieran”, publicó en Instagram, junto a una foto de él mismo bebiendo champán en un yate. “No me preocupa”. Un clásico.

Sin embargo, los críticos están levantando las cejas ante las últimas payasadas de Musk, calificándolas de truco publicitario que desvía la atención de, bueno, ya saben, el pequeño asunto de las retiradas de productos de Tesla y los retrasos de SpaceX.

Mientras tanto, los fanáticos acérrimos de Musk lo están aclamando como un defensor de la verdad, aunque no está claro cuál es realmente esa “verdad”.

Y no olvidemos a los detectives de Internet, que ahora están diseccionando cada píxel del material publicado en busca de pistas.

¿Hay un mensaje oculto en el fondo de ese video granulado? ¿Era realmente Diddy o solo un elaborado deepfake? ¿Y qué pasa con el gato en la esquina?

Una cosa es segura: el mundo puede no volver a ser el mismo después de la última explosión de Twitter de Musk (perdón, X).

Lo ames o lo odies, este hombre sabe cómo mantenernos a todos atentos, incluso si no estamos del todo seguros de por qué.