En julio de 2025, Texas fue devastado por inundaciones catastróficas, uno de los desastres naturales más mortíferos en la historia reciente del estado, que se cobró al menos 27 vidas, incluyendo aproximadamente 20 niñas de Camp Mystic.

Mientras las comunidades lidiaban con las consecuencias —hogares destruidos, vidas perturbadas e infraestructuras desbordadas—, el empresario multimillonario Elon Musk intervino con una iniciativa audaz.

A través de sus empresas y su fundación benéfica, Musk lideró la rápida construcción de viviendas temporales para las familias afectadas por las inundaciones, brindando un sustento a los desplazados por el desastre.

Esta iniciativa, si bien no estuvo exenta de controversia, subraya la creciente influencia de Musk en la ayuda ante desastres y su compromiso de aprovechar sus recursos para causas humanitarias.

Este artículo explora los detalles de la iniciativa de Musk, su impacto en las comunidades texanas y las implicaciones más amplias de su participación en la respuesta a la crisis.

La crisis de las inundaciones en Texas

Las inundaciones que azotaron Texas a principios de julio de 2025 no tuvieron precedentes, impulsadas por fuertes lluvias y exacerbadas por factores climáticos que provocaron el desbordamiento de ríos e inundaciones repentinas que arrasaron comunidades.

El Servicio Meteorológico Nacional reportó precipitaciones totales superiores a 50 cm en algunas zonas, colapsando los sistemas de drenaje y dejando barrios enteros bajo el agua.

La tragedia en Camp Mystic, donde 20 niñas fueron arrastradas por las aguas, se convirtió en un símbolo desgarrador del impacto del desastre.

Miles de familias perdieron sus hogares, y se estima que más de 10,000 viviendas resultaron dañadas o destruidas en el centro y sureste de Texas.

La respuesta federal, liderada por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), enfrentó desafíos significativos.

Los críticos, incluido el propio Musk, señalaron retrasos en la entrega de la ayuda y una preparación inadecuada, atribuyéndolos en parte a recortes presupuestarios y reducciones de personal en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y otras agencias.

Un informe del New York Times de marzo de 2025 detalló cómo la congelación de fondos de FEMA, influenciada por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Musk, ya había sobrecargado los esfuerzos de recuperación ante desastres, dejando a las comunidades vulnerables.

En este contexto, la decisión de Musk de intervenir directamente con alojamiento temporal fue tanto una solución práctica como una declaración sobre las ineficiencias de la respuesta tradicional a desastres.

La iniciativa de vivienda temporal de Musk

A los pocos días de las inundaciones, Musk anunció a través de X que estaba movilizando recursos para construir viviendas temporales para familias desplazadas en Texas.

La iniciativa, supuestamente financiada mediante una combinación de la Fundación Musk y la capacidad logística de SpaceX, tenía como objetivo construir viviendas modulares y sostenibles en zonas gravemente afectadas como Bastrop, Austin y Brownsville.

Aprovechando la experiencia de SpaceX en despliegue rápido y construcción modular —perfeccionada en proyectos como las instalaciones de Starbase en el sur de Texas—, el equipo de Musk prometió entregar 500 viviendas temporales en dos semanas, un plazo que sorprendió a las autoridades locales.

Las viviendas, inspiradas en los diseños de Boxabl, una empresa de casas modulares que Musk ya ha elogiado, son compactas pero funcionales, con diseños de una sola habitación, electricidad solar, plomería básica y conexión wifi mediante terminales Starlink.

Cada unidad, con un costo de producción aproximado de $10,000, fue diseñada para un ensamblaje rápido, con ingenieros y voluntarios de SpaceX trabajando junto con contratistas locales para construir las casas en terrenos donados o arrendados.

Para el 15 de julio de 2025, las primeras 100 unidades estaban operativas en el condado de Bastrop, brindando refugio a familias que habían estado viviendo en albergues de emergencia o con familiares.

La participación de Musk fue más allá de la financiación y la logística. Visitó personalmente las obras, como se documentó en una publicación de X del 10 de julio, donde se le vio repartiendo kits de Starlink a los residentes.

La Fundación Musk también prometió 5 millones de dólares para cubrir mobiliario, alimentos y servicios públicos temporales para las comunidades de viviendas, lo que se suma a su subvención previa de 2,4 millones de dólares a SBP para la recuperación del huracán Helene en 2024.

Los líderes locales, incluida la administradora municipal de Bastrop, Sylvia Carrillo, elogiaron la rapidez y la magnitud del esfuerzo, señalando que cubría las deficiencias críticas causadas por el retraso en la ayuda federal.

Impacto y recepción en la comunidad

La iniciativa de vivienda temporal ha tenido un impacto tangible en las comunidades texanas. En Bastrop, donde se ubica el campus corporativo de Musk para SpaceX, X y The Boring Company, las nuevas unidades de vivienda habían brindado estabilidad a más de 300 familias hasta mediados de julio.

Residentes como María González, madre soltera que perdió su hogar por las inundaciones, describieron las unidades como “una bendición”, destacando su diseño limpio y moderno y el acceso a internet, lo que permitió a sus hijos retomar la educación en línea.

La incorporación de la conectividad Starlink ha sido particularmente transformadora, permitiendo a las familias mantenerse conectadas, solicitar ayuda y acceder a servicios de telesalud en zonas donde la infraestructura sigue dañada.

Sin embargo, la iniciativa no ha tenido una aceptación generalizada. Algunos residentes y activistas locales de Brownsville, cerca de las instalaciones de Musk en Starbase, expresaron su preocupación por las implicaciones a largo plazo de su participación.

Josette Cruz, organizadora de Brownsville, declaró a The Guardian en mayo de 2025 que los proyectos de Musk suelen propiciar la gentrificación, y que el aumento del coste de la vivienda ya afecta a los residentes locales.

Los críticos temen que las viviendas temporales puedan dar paso a desarrollos permanentes que beneficien a los empleados de SpaceX en lugar de a la comunidad en general, en consonancia con los planes anteriores de Musk de construir una ciudad empresarial en Starbase.

La tensa relación de Musk con algunos vecinos de Texas, en particular en West Lake Hills, donde se encuentra su mansión de 6 millones de dólares, también ha influido en la percepción pública.

Un informe del New York Times de mayo de 2025 detalló conflictos por una valla de 4,8 metros en su propiedad, donde los vecinos acusaron a Musk de incumplir las normativas locales.

Sentimientos similares surgieron en las zonas afectadas por las inundaciones, donde algunos residentes interpretaron su iniciativa como un truco publicitario, especialmente dadas sus críticas previas a la FEMA y su papel en la congelación de fondos federales.

Controversias y desinformación

Las labores de socorro de Musk en casos de desastre se han visto empañadas por controversias, muchas de las cuales se derivan de sus propias acciones en X.

En octubre de 2024, durante el huracán Helene, Musk afirmó falsamente que FEMA estaba bloqueando las entregas de Starlink y asignando fondos indebidamente para albergar a migrantes, acusaciones que fueron desmentidas por FEMA y el secretario de Transporte, Pete Buttigieg.

Estas afirmaciones resurgieron durante las inundaciones de Texas, cuando Musk alegó en X que las ineficiencias de FEMA justificaban su intervención.

Si bien su iniciativa de vivienda ha sido en gran medida eficaz, estas declaraciones han generado desconfianza, y algunos residentes se muestran reticentes a aceptar la ayuda asociada con Musk debido a su retórica polarizadora.

Además, los rumores en redes sociales han enturbiado la narrativa. En marzo y abril de 2025, publicaciones falsas en Facebook afirmaban que Musk donó 5 millones de dólares (800.000 dólares) para construir viviendas asequibles para familias de bajos ingresos, afirmaciones que Snopes desmintió alegando que fueron generadas por inteligencia artificial.

Estos rumores, aunque no están relacionados con la respuesta a las inundaciones en Texas, han generado confusión sobre las contribuciones reales de Musk, ya que algunos residentes creen erróneamente que las viviendas temporales formaban parte de una campaña filantrópica ficticia más amplia.

Implicaciones más amplias

La rápida construcción de viviendas temporales por parte de Musk plantea importantes interrogantes sobre el papel de los particulares en la ayuda ante desastres.

Su capacidad para movilizar recursos con rapidez, aprovechando la destreza en ingeniería de SpaceX y la conectividad de Starlink, demuestra el potencial de la innovación del sector privado para abordar crisis donde la respuesta gubernamental falla.

El éxito de la iniciativa, que entrega viviendas en semanas en lugar de meses, contrasta marcadamente con los procesos más lentos de FEMA, que se han visto obstaculizados por disputas de financiación y retrasos burocráticos.

Sin embargo, la participación de Musk también pone de relieve los riesgos de depender de multimillonarios para obtener bienes públicos.

Su influencia, amplificada por su riqueza y control sobre X, le permite moldear narrativas y eludir los sistemas tradicionales, como se aprecia en sus críticas a FEMA y la NOAA.

Los críticos argumentan que esta dinámica socava la rendición de cuentas democrática, ya que las prioridades de Musk —como la promoción de SpaceX o Starlink— podrían eclipsar las necesidades de la comunidad.

Las viviendas temporales, si bien salvan vidas, no son una solución a largo plazo, y persisten las dudas sobre quién mantendrá las unidades o apoyará a los residentes una vez que la crisis inmediata remita.

Además, la iniciativa de Musk se entrelaza con su visión más amplia de comunidades autosuficientes. Las casas modulares y la integración de Starlink reflejan sus planes para Starbase, donde busca crear una ciudad sostenible impulsada por la empresa.

Esto plantea la posibilidad de que el proyecto de vivienda de Texas sirva como campo de pruebas para las ambiciones de Musk, combinando la filantropía con los intereses empresariales.

¿Un nuevo modelo para el socorro en casos de desastre?

La rápida construcción de viviendas temporales por parte de Elon Musk para las víctimas de las inundaciones en Texas demuestra su capacidad para actuar con decisión en tiempos de crisis.

Al entregar 500 viviendas en tiempo récord, equipadas con comodidades modernas y conectividad, Musk ha brindado un alivio crucial a familias necesitadas, ganándose el elogio de muchos en las comunidades afectadas.

Sin embargo, su enfoque no está exento de defectos: sus polémicas declaraciones, su historial de desinformación y sus posibles motivos comerciales han generado escepticismo y debate.

Mientras Texas se reconstruye, la iniciativa de Musk ofrece una visión de un futuro posible donde la innovación privada complemente, o incluso desafíe, la respuesta gubernamental a desastres.

Queda por ver si este modelo es sostenible o equitativo, pero por ahora, las familias refugiadas en las casas modulares de Musk tienen un lugar al que llamar hogar en medio del caos.

La imagen de estas elegantes unidades alimentadas por energía solar, surgiendo de las llanuras texanas devastadas por las inundaciones, es un poderoso símbolo de esperanza y un recordatorio del complejo legado del hombre más rico del mundo.