Elon Musk, el empresario multimillonario detrás de Tesla, SpaceX y X (antes Twitter), es conocido desde hace mucho tiempo por su comportamiento poco convencional, su toma de decisiones audaz y su presencia errática en las redes sociales.

Sin embargo, recientemente han cobrado fuerza las especulaciones sobre su consumo de drogas y los principales medios de comunicación han expresado su preocupación por su posible impacto en su liderazgo y toma de decisiones.

Los informes y denuncias

Un informe reciente de  The Atlantic analiza el supuesto consumo de ketamina por parte de Musk, un anestésico disociativo que ha ganado popularidad en los últimos años como tratamiento para la depresión. El informe sugiere que el consumo de la droga por parte de Musk podría influir en su comportamiento impulsivo, sus desvaríos nocturnos en redes sociales y su impredecible toma de decisiones.

Aunque Musk ha admitido abiertamente que toma ketamina con fines médicos, informes de The Wall Street Journal  y  The New Yorker  afirman que también podría estar consumiendo otras sustancias de forma recreativa, incluidos LSD, cocaína, MDMA y hongos psicodélicos.

La admisión de Musk

En una entrevista con Don Lemon, Musk confirmó que tiene una receta de ketamina, que usa para controlar lo que describió como un “estado químico negativo” o depresión.

Argumentó que la ketamina es una mejor alternativa a los antidepresivos tradicionales como los ISRS y que la toma con poca frecuencia, aproximadamente una vez cada dos semanas.

Cuando se le preguntó si alguna vez abusa de la droga, Musk negó cualquier uso indebido, afirmando que el consumo excesivo de ketamina le impide trabajar. Dada su apretada agenda, afirmó que simplemente no tiene tiempo para abusar de ella.

Cómo afecta la ketamina al cerebro

Se ha demostrado que la ketamina, usada en dosis controladas, proporciona un alivio rápido de la depresión al alterar la química cerebral. Sin embargo, su uso excesivo puede provocar deterioro cognitivo, ideas delirantes y una sensación de grandiosidad. Los estudios sugieren que quienes la consumen con frecuencia pueden desarrollar percepciones distorsionadas de la realidad, incluyendo creencias supersticiosas y un sentido exagerado de autoimportancia.

Esto ha suscitado preocupación entre los críticos, quienes señalan el comportamiento público cada vez más errático de Musk, como alzar una motosierra durante una conferencia política, hacer declaraciones controvertidas sobre X y revertir importantes decisiones empresariales de la noche a la mañana. Si bien estas acciones pueden formar parte de la personalidad natural y el estilo de liderazgo de Musk, algunos creen que podrían verse exacerbadas por su consumo de ketamina.

Las implicaciones más amplias

La influencia de Musk se extiende mucho más allá de sus empresas. Como propietario de una importante plataforma de redes sociales, actor clave en la exploración espacial y contratista gubernamental, sus decisiones afectan la tecnología, las finanzas e incluso la geopolítica global. Esto plantea la pregunta: ¿debería el público preocuparse por el estado mental y cognitivo de una figura tan poderosa?

Los críticos argumentan que las acciones impredecibles de Musk, impulsadas por la ketamina o no, podrían representar riesgos para sus empresas y sus inversores.

Otros se preocupan por las implicaciones más amplias de su influencia en la política estadounidense y la seguridad nacional, en particular a medida que establece vínculos más estrechos con el gobierno.

Reflexiones finales

Elon Musk sigue siendo una figura polarizadora, admirado por muchos por sus innovaciones pero también examinado por su comportamiento sin filtro y a menudo imprudente.

Si bien su uso de ketamina puede ser legítimo y estar supervisado médicamente, es innegable que su estado mental es de interés público, dada su enorme influencia en múltiples industrias.

Ya sea que sus acciones deriven del consumo de drogas o simplemente de su personalidad, una cosa queda clara: Elon Musk seguirá siendo una de las figuras más comentadas de nuestro tiempo.