Nunca apareció en televisión. No existe una sola fotografía junto a Chespirito en los archivos públicos. Y durante más de 40 años, su nombre fue completamente borrado de toda narrativa oficial sobre la vida del comediante Roberto Gómez Bolaños. Pero ahora, la mujer que estuvo a punto de convertirse en su esposa —antes incluso de Florinda Meza— ha roto el silencio. Y lo que revela obliga al público a repensar la historia de amor que creían conocer.

En una entrevista privada concedida al diario La Jornada de MéxicoTeresa Rivas, de 78 años, exbailarina y coreógrafa teatral, confirmó que estuvo comprometida con Roberto Gómez Bolaños a finales de la década de 1960, cuando su carrera comenzaba a despuntar, aunque aún no alcanzaba el estatus legendario que obtendría después.

“Roberto era un hombre sensible, callado, pero con un humor encantador. Nos conocimos en una obra de teatro pequeña en Guadalajara. Me pidió matrimonio en 1969, y le dije ‘sí’,” relató Teresa, con la voz temblorosa por la emoción contenida de tantos años.

Sin embargo, poco antes de la boda, la relación se rompió sin una explicación clara. “Él se volvió distante, ya no era el mismo. Un día me dijo que necesitaba enfocarse en su carrera. Y así, sin más, todo terminó.”

Años más tarde, Teresa vio cómo Chespirito iniciaba una relación con Florinda Meza —su compañera en El Chavo del Ocho. “No le guardo rencor. Solo siento tristeza. Si algo me dolió, fue no haber tenido la oportunidad de despedirme de verdad.”

Según testimonios de antiguos colegas, la ruptura con Teresa coincidió con el inicio de las grabaciones del nuevo programa de humor que luego se volvería legendario, y en el que Gómez Bolaños comenzó a trabajar estrechamente con Florinda Meza.

Cuando se le preguntó por qué decidió hablar ahora, Teresa respondió con sencillez: “No tengo nada que reclamar. No busco polémica. Solo creo que el público merece saber que antes de Florinda, hubo otra mujer que lo amó de verdad —y que también fue amada por él.”

Hasta el momento, ni la familia de Chespirito ni Florinda Meza han emitido declaraciones oficiales sobre el testimonio de Teresa Rivas. Sin embargo, la revelación ha generado gran interés entre el público, que ahora contempla una nueva faceta —desconocida y profundamente humana— de uno de los artistas más queridos de la historia televisiva mexicana.

Hay amores que no figuran en biografías ni aparecen en pantalla. Pero permanecen en la memoria de quienes los vivieron, como prueba silenciosa de que incluso los grandes íconos dudaron alguna vez en las encrucijadas del corazón.