No fue por falta de oportunidades ni por desinterés del público. Lo que mantuvo en silencio a Millie Corretjer, la icónica estrella de la música latina, durante casi 20 años fue un acuerdo secreto dentro de su propia familia, una especie de pacto tácito que la obligó a callar sobre los momentos más difíciles de su vida.

Esta historia, nunca antes revelada al público, se remonta a principios de los años 2000, cuando Millie Corretjer contrajo matrimonio con el legendario boxeador Óscar de la Hoya y se retiró casi por completo del escenario. Durante años, el público creyó que era una decisión personal. Sin embargo, revelaciones recientes por parte de allegados a la familia han sacado a la luz una verdad más compleja: ese silencio fue el resultado de un compromiso interno que priorizaba la imagen familiar sobre la libertad individual.

Un pacto por encima de la libertad

Según una fuente cercana a la familia Corretjer, tras su boda con Óscar, Millie fue aconsejada —y prácticamente presionada— por su entorno familiar para evitar cualquier contacto con los medios y rechazar entrevistas o declaraciones sobre su vida privada. “Había cosas que simplemente no se podían decir”, aseguró la fuente. “No es que Millie no quisiera hablar; es que se le pidió que protegiera la imagen tanto de su nueva familia como de la suya propia”.

Aunque no existía un documento legal que formalizara el acuerdo, este pacto moral se entendía como obligatorio, especialmente por respeto a su padre, un ingeniero muy respetado en Puerto Rico. En aquel entonces, cualquier acción que pudiera “alimentar escándalos mediáticos” era considerada un peligro para el honor familiar.

Matrimonio, crisis y una decisión dolorosa

Durante su matrimonio con Óscar de la Hoya, Millie Corretjer enfrentó numerosas dificultades: escándalos públicos, adicciones, infidelidades y separaciones. Aun así, nunca rompió su silencio. No dio entrevistas, no escribió memorias, no publicó comunicados. A pesar de estar en el centro de la atención mediática, eligió el silencio.

Una amiga cercana que prefirió el anonimato relató: “Millie muchas veces quiso hablar. Pero siempre decía: ‘Si hablo, todo se derrumba. No solo mi familia, también el futuro de mis hijos se verá afectado’”. Por esa razón, prefirió renunciar a su carrera, a su fama, e incluso a su deseo de volver a cantar, todo para cumplir una promesa que muy pocos podrían comprender.

Un despertar silencioso

Recién en 2019, Millie reapareció con la canción “Sola estoy mejor que nunca”, marcando su regreso a la música. Aunque no mencionó directamente los eventos del pasado, la canción transmitía un mensaje claro de liberación, empoderamiento y transformación. Fue su manera de decir que el silencio ya no era una opción.

Desde entonces, su carrera ha retomado impulso. No obstante, hasta hoy, Millie Corretjer nunca ha confirmado ni desmentido públicamente la existencia de dicho pacto familiar. Lo único evidente es que su fortaleza interior la ha llevado a tomar el control de su narrativa.

Millie Corretjer, antes símbolo de sacrificio silencioso, ahora inicia un nuevo capítulo: uno donde ya no está encadenada al pasado, y donde la verdad empieza a salir a la luz, a su manera.