Los días del ex presentador de ‘Dancing with the Stars’ ahora consisten en planificar los próximos retiros de Your Healthiest Healthy y ‘fisioterapia para senos’.

Samantha Harris el día de su cirugía reconstructiva (derecha) y posteriormente con su perro durante la recuperación (izquierda). Foto: Cortesía de Samantha Harris.

En los meses transcurridos desde que Samantha Harris descubrió que su cáncer de mama había regresado, 10 años después de su diagnóstico inicial en 2014, se enfrentó a otro viaje en la montaña rusa emocional con la que estaba demasiado familiarizada.

Aunque estos días Harris se “siente muy bien… me considero libre de cáncer”, tuvo un “revés” después de la cirugía reconstructiva a la que se sometió en noviembre, unos meses después de la cirugía inicial para extirpar el tumor.

Harris explica que después de 10 días de reposo en cama ordenado por el cirujano, se levantó para salir a caminar.

“Para la mayoría de la gente, eso significaría simplemente caminar hasta el final de la calle y regresar”, dice.  “Caminé dos días seguidos [aproximadamente] una hora, pensando que iba a un ritmo lento, pero para mí, sigue siendo un ritmo increíblemente rápido”.

Samantha Harris en su viaje familiar a México durante Año Nuevo. Cortesía de Samantha Harris.

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Después de dos días de movimiento, la ex  presentadora de Dancing with the Stars  notó que su zona de recuperación estaba “roja” e “inflamada”.

“De inmediato me preocupé tanto que prácticamente había echado a perder todo lo bueno de la cirugía y los primeros 10 días de recuperación, y ahora temía tener una infección o que mi implante estuviera siendo rechazado”, continúa. “No estaba segura de qué estaba pasando. Así que, la montaña rusa emocional… me hundí de nuevo”.

Pero a pesar del obstáculo, después de volver a descansar en cama por un tiempo más, Harris logró regresar al “programa de recuperación regular de seis semanas”, lo que le permitió unirse a su familia en un viaje de celebración a México.

Samantha Harris en su retiro “Your Healthiest Healthy” en Utah en octubre de 2024. Cortesía de Samantha Harris.

“Lo único que aprendí de mi diagnóstico inicial fue que las experiencias y el tiempo juntos son ahora más importantes que cualquier otra cosa en el mundo para mí”, afirma.

Ya sea pasar tiempo con amigos, llevar a una amiga a una caminata o a una noche de chicas, una cita con mi esposo, escaparme de viaje con él o poder tener estas vacaciones familiares para crear recuerdos, porque eso es lo que perdurará más que cualquier posesión.

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Mientras continúa su proceso de recuperación, dice: “El objetivo ahora es asegurarme de que mi cuerpo no sea un anfitrión para que ninguna célula tumoral circulante decida establecerse en un órgano anfitrión”.

Los días de Harris ahora consisten en grabar su podcast,  Your Healthiest Healthy  (que es una extensión de su libro de 2018), planificar dirigir más retiros de Your Healthiest Healthy, enseñar una clase de entrenamiento semanal en vivo Sweat, Stretch & Soothe y continuar con su propia fisioterapia, a la que llama “booby PT”, para “mantener la cavidad del implante muy flexible para que no se endurezca y provoque algo llamado contractura capsular”.

En cuanto a cómo su familia está manejando este nuevo capítulo de sus vidas, dice que su esposo, Michael Hess, y sus dos hijas, Josselyn, de 17 años, y Hillary, de 14, han “vuelto a la normalidad”.

“Quieres volver a la normalidad o a lo que sea que sea la nueva normalidad”, dice. “Y si esto pudiera ser un pequeño detalle en el radar de los recuerdos de nuestras hijas, me haría muy feliz”.