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En una decisión que ha conmocionado al mundo político y empresarial, el magnate tecnológico Elon Musk, de 54 años, finalmente habló sobre sus supuestas reuniones secretas con Jeffrey Epstein y lanzó una acusación explosiva contra el expresidente Donald Trump. Con tan solo unas palabras explosivas sobre X, Musk desató una polémica que sacude a Washington, Wall Street y los medios de comunicación internacionales.

### **De aliados a adversarios: la inestable relación entre Musk y Trump**

Elon Musk y Donald Trump, antaño amigos cercanos y ambiciosos aliados políticos, parecían compartir la visión de “América Primero” y la innovación. A principios de 2017, Musk fue invitado al círculo íntimo de Trump, donde se unió a los consejos económicos de la Casa Blanca y abogó por los vehículos eléctricos y la exploración espacial. Su apretón de manos en el Despacho Oval llenó los titulares, simbolizando una poderosa alianza.

Pero tan solo cinco meses después, Musk renunció dramáticamente a los consejos de Trump, en protesta por la retirada del presidente del acuerdo climático de París. A partir de ahí, su relación se enfrió, marcada por elogios y críticas públicas, especialmente sobre inmigración, aranceles y política climática.

Para 2022, Musk compró Twitter (ahora X), restaurando la cuenta suspendida de Trump tras los disturbios del Capitolio del 6 de enero. Su alianza pareció revitalizarse a mediados de 2024 cuando Musk apoyó públicamente a Trump tras un intento de asesinato, invirtiendo millones en campañas republicanas e incluso uniéndose al “Departamento de Eficiencia Gubernamental” de Trump —el llamado proyecto DOGE— para recortar drásticamente el gasto innecesario.

### **Las consecuencias: la repentina ruptura de Musk y el terremoto político**

Pero a principios de 2025, las grietas comenzaron a aparecer. Musk abandonó el proyecto DOGE, alegando “pesadillas burocráticas”, y comenzó a criticar abiertamente el enorme proyecto de ley de gastos de Trump, calificándolo de “abominación”. Trump contraatacó, burlándose de la perspicacia empresarial de Musk y su ego herido. La disputa se intensificó rápidamente, culminando el 5 de junio de 2025, cuando Musk tuiteó:
**”Es hora de lanzar la bomba gigante: @realDonaldTrump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos”.**

El tuit fue borrado en 48 horas, pero el daño ya estaba hecho. Las etiquetas #EpsteinFiles, #Trump y #Musk encabezaron las tendencias mundiales. The Daily Beast, Newsweek y el Washington Post analizaron minuciosamente cada palabra. Trump respondió en Truth Social, llamando a Musk “loco” y afirmando que le habían pedido que dejara la administración mucho antes del altercado.

 

 

**Los archivos Epstein: hechos, rumores y dinamita política**

Los archivos de Epstein (documentos del Departamento de Justicia y el FBI, bitácoras de vuelo, listas de invitados y correspondencia) han sido objeto de una interminable especulación. En mayo de 2025, la fiscal general de Florida, Pam Bondi, supuestamente informó a Trump que su nombre aparecía en los archivos. La primera fase de los documentos, publicada parcialmente a principios de este año, mostraba que el nombre de Trump aparecía nueve veces en las libretas de contactos y bitácoras de vuelo, aunque se ocultó gran parte de la información.

Trump ha negado repetidamente cualquier irregularidad, culpando a los demócratas de ataques políticos “inventados”. Sin embargo, su antigua amistad con Epstein —desde finales de los 80 hasta principios de los 2000— sigue siendo de dominio público, con fotos y citas que aparecen con frecuencia. La relación se deterioró debido a una disputa inmobiliaria en Palm Beach, pero la conexión persiste.

**Bomba mediática: The New York Times publica fotos nunca antes vistas de Epstein**

A principios de agosto de 2025, el New York Times publicó una impactante revelación: fotos y documentos de la infame mansión de Epstein, el “Nido del Diablo”, en Manhattan. Entre las imágenes, se ve a Epstein con Donald y Melania Trump, Bill Clinton, Elon Musk, el papa Juan Pablo II, Mick Jagger y Fidel Castro. Un billete de un dólar firmado por Bill Gates cuelga de la pared.
Una foto recortada del año 2000 muestra a Trump y Melania con Epstein; detalles que Time y el New York Post rápidamente retomaron.

¿La conexión de Musk? Una foto de la fiesta de los Oscar de Vanity Fair de 2014 con Ghislaine Maxwell, que Musk afirma fue una coincidencia. Pero la afición de Epstein por coleccionar a “personas influyentes” significa que incluso una sola foto puede convertirse en dinamita política.

### **Presión política: La batalla por los archivos Epstein**

Durante su campaña, Trump prometió desclasificar los archivos de Epstein, pero solo se han publicado parcialmente. Las demandas y las solicitudes de acceso a la información pública se acumulan. La Cámara de Representantes, presidida por James Comer, ha emitido citaciones para obtener documentos del Departamento de Justicia vinculados a Trump y Clinton. Mientras tanto, la cooperación de Ghislaine Maxwell con los investigadores ha alimentado la especulación.

Con la confianza en el gobierno federal en mínimos históricos (solo un 16%, Pew Research, mayo de 2025), el llamado de Musk a la transparencia total resuena en millones de personas. Su posición como propietario de X amplifica su mensaje, convirtiendo cada publicación en un titular.

### **El Partido América de Musk: ¿Una nueva fuerza política?**

El 14 de julio de 2025, Musk anunció sus planes de formar el Partido América, un desafío directo al sistema bipartidista. En una transmisión en vivo viral, Musk declaró:
**“Si el gobierno guarda secretos, la confianza pública se derrumba. Haré todo lo posible para revelar los secretos más peligrosos, empezando por los archivos de Epstein.”**

La plataforma del Partido América: transparencia absoluta, antiprivilegios, reforma de los medios de comunicación y rendición de cuentas ante la justicia penal. Musk se posiciona como un outsider, atrayendo a jóvenes independientes y conservadores descontentos. Su alcance global en X le permite eludir a los medios tradicionales y conseguir apoyo directamente.

Si el partido de Musk obtiene tan solo entre el 5% y el 10% de los votos en los estados clave, las elecciones de 2028 podrían verse trastocadas. Los republicanos temen perder a los votantes masculinos de clase media y con conocimientos tecnológicos; los demócratas se preocupan por los progresistas atraídos por el mensaje antiélite de Musk.

### **Consecuencias económicas y políticas**

La disputa entre Musk y Trump ya ha sacudido a Wall Street. Las acciones de Tesla se desplomaron un 14% tras el tuit de Musk, lo que eliminó 20.000 millones de dólares de su patrimonio neto. Trump Media cayó un 8%. Si Trump cumple sus amenazas de rescindir los contratos de SpaceX, la seguridad nacional y el programa espacial estadounidense podrían verse afectados.

Políticamente, la ruptura de Musk con Trump amenaza con fracturar la coalición republicana. Como principal donante del partido, Musk podría obtener 100 millones de dólares en promesas para las elecciones intermedias de 2026. Su nuevo partido corre el riesgo de dividir el voto conservador, especialmente entre los jóvenes y los emprendedores tecnológicos.

Los observadores internacionales advierten: esta es una advertencia sobre las alianzas basadas en el ego y el interés propio. La dependencia de Estados Unidos de figuras como Musk, cuyas empresas son cruciales para el espacio y la defensa, agrava aún más las consecuencias.

### **Los archivos Epstein: ¿Qué viene después?**

El explosivo tuit de Musk ha convertido una disputa política en una guerra personal. Los archivos de Epstein, antes meros registros judiciales, se han convertido en un arma estratégica en manos de un multimillonario tecnológico que no teme desafiar al presidente más poderoso de Estados Unidos.

La pregunta ya no es si el nombre de Trump figura en el expediente, sino qué revelan los archivos y quién será el próximo en ser nombrado. De desclasificarse, las consecuencias podrían sacudir no solo la carrera de Trump, sino los cimientos mismos del poder de Washington.

### **Conclusión: Un terremoto político sin vuelta atrás**

La audaz decisión de Elon Musk —acusar a Trump de estar involucrado en los archivos de Epstein y fundar un nuevo partido político— ha transformado la política estadounidense. Las consecuencias aún se están manifestando, pero algo está claro: las repercusiones se sentirán desde Wall Street hasta la Casa Blanca, y mucho más allá.

Por ahora, Estados Unidos contiene la respiración, esperando ver qué secretos se revelarán a continuación y quién sobrevivirá al terremoto político que Musk ha desatado.