Coca-Cola México elige a Majo Aguilar como embajadora 2026 tras reevaluar estrategia publicitaria

La industria publicitaria mexicana se vio sacudida tras la confirmación de que Coca-Cola México nombró a Majo Aguilar como su nueva embajadora para la campaña “Comparte la magia 2026”, una de las apuestas comerciales más relevantes del año en el ámbito del regional mexicano. De acuerdo con información difundida en un programa de espectáculos, el acuerdo publicitario tendría un valor aproximado de 16 millones de pesos, convirtiéndose en uno de los contratos más importantes del sector.

La decisión llamó la atención debido a que, según el mismo espacio informativo, el proyecto habría sido considerado inicialmente para Ángela Aguilar, pero finalmente la empresa optó por una alternativa distinta tras realizar evaluaciones internas.

Evaluaciones de mercado y cambio de estrategia

Según lo expuesto en el programa, Coca-Cola México habría llevado a cabo estudios de percepción con consumidoras mexicanas antes de cerrar el contrato. Este tipo de análisis es habitual en campañas de gran escala, ya que permite medir niveles de confianza, afinidad e intención de compra asociados a una figura pública.

Siempre de acuerdo con la versión presentada, los resultados habrían mostrado diferencias significativas en la percepción entre ambas artistas. Mientras que Majo Aguilar obtuvo valoraciones mayoritariamente positivas en atributos como autenticidad, sencillez y cercanía, Ángela Aguilar habría presentado indicadores de mayor rechazo entre parte del público encuestado. Estas cifras, según el relato, fueron determinantes para que la marca replanteara su estrategia antes de firmar cualquier acuerdo definitivo.

Importancia de la imagen pública en campañas globales

Especialistas en marketing coinciden en que las grandes corporaciones no basan sus decisiones únicamente en popularidad digital, sino en datos que proyecten impacto real en ventas y reputación. En campañas nacionales, una imagen que genere controversia puede traducirse en riesgos comerciales, especialmente en marcas de consumo masivo.

En ese contexto, el programa señaló que Coca-Cola priorizó minimizar riesgos reputacionales, apostando por un perfil con menor nivel de polarización mediática. La elección de Majo Aguilar habría respondido a esa lógica estratégica, más que a factores familiares o de trayectoria artística comparada.

Profesionalismo y logística, factores clave

Además de la percepción pública, el espacio informativo indicó que la investigación interna también consideró referencias laborales y disponibilidad de agenda. De acuerdo con esas versiones, Majo Aguilar habría recibido comentarios favorables por su puntualidad, trato profesional y flexibilidad operativa, aspectos clave en producciones publicitarias de gran escala que involucran equipos numerosos y calendarios estrictos.

En contraste, el programa afirmó que Coca-Cola habría detectado complicaciones logísticas en el calendario de Ángela Aguilar para las fechas previstas de grabación, lo que habría añadido complejidad a la ejecución de la campaña.

Reacción del entorno Aguilar

Según trascendidos mencionados en la emisión, Pepe Aguilar habría intentado mantener a su hija en consideración durante el proceso, explorando distintas alternativas, incluida la posibilidad de ajustar condiciones económicas o plantear una participación conjunta. Sin embargo, la empresa habría sostenido que la decisión respondía exclusivamente a criterios de imagen y estrategia de marca, descartando cualquier renegociación.

Esta postura refuerza una tendencia cada vez más clara en la industria: las marcas priorizan métricas de confianza y aceptación real por encima del peso del apellido o la fama heredada.

Efecto dominó en el mercado publicitario

El caso generó repercusiones más amplias, ya que —según el mismo programa— otras marcas habrían comenzado a observar con mayor interés a Majo Aguilar, mientras que negociaciones preliminares con Ángela Aguilar se habrían enfriado de manera discreta. En el entorno corporativo, decisiones de empresas líderes suelen marcar pauta y redefinir percepciones de riesgo o conveniencia comercial.

Analistas citados indirectamente señalaron que este tipo de movimientos no cancelan carreras, pero sí influyen en el corto y mediano plazo en la oferta de contratos publicitarios.

Un mensaje para la industria del entretenimiento

Más allá de la rivalidad mediática que algunos discursos han enfatizado, el caso pone sobre la mesa una lección clave: la reputación pública, la coherencia profesional y la conexión con el consumidor son activos determinantes en la economía de la imagen. En un mercado cada vez más guiado por datos, las marcas buscan embajadores que representen valores alineados con su público objetivo.

Mientras Majo Aguilar inicia una nueva etapa con uno de los contratos más relevantes de su carrera, el episodio deja claro que la credibilidad ante el consumidor es hoy uno de los capitales más valiosos en el negocio del entretenimiento y la publicidad.