Tras uno de los desastres naturales más catastróficos en la historia de Texas, un rayo de esperanza ha llegado para los sobrevivientes, no gracias al gobierno, sino al empresario multimillonario Elon Musk. El director ejecutivo de Tesla y SpaceX se ha comprometido a donar 50 SUV eléctricos Tesla Model Y a las familias que lo perdieron todo en las históricas inundaciones de julio de 2025, lo que ha generado gratitud y un acalorado debate en todo el estado y más allá.

Desastre golpea el centro de Texas
La devastación comenzó el 4 de julio de 2025, cuando una inusual oleada de tornados de verano desató lluvias torrenciales en el centro de Texas. El río Guadalupe creció más de 9 metros por encima de su nivel normal en menos de una hora, arrasando viviendas, campamentos e infraestructura sin previo aviso. Comunidades como el condado de Kerr y Camp Mystic fueron las más afectadas, con barrios enteros sumergidos y vidas trastocadas.

Camp Mystic, un apreciado campamento de verano para niñas, se convirtió en el epicentro de la angustia. Más de 27 jóvenes campistas siguen desaparecidas, lo que contribuye a una cifra de muertos que incluye a 21 niños entre las 104 muertes confirmadas. Las operaciones de rescate, con helicópteros y embarcaciones, salvaron a más de 850 personas, pero miles quedaron sin hogar. La División de Manejo de Emergencias de Texas ha estimado los daños en 2.500 millones de dólares.

La rápida aparición del desastre, agravada por los pronósticos de fuertes lluvias subestimados por los servicios meteorológicos locales, tomó a los residentes por sorpresa y amplificó la urgente necesidad de ayuda inmediata.

Una promesa de alto perfil
El 28 de julio de 2025, Musk anunció en X (anteriormente Twitter) su paquete de ayuda sin precedentes: «Los supervivientes de las inundaciones en Texas necesitan más que compasión: 50 Tesla Model Y para reconstruir sus vidas. Próximamente se darán más detalles». La promesa está dirigida a las familias que perdieron sus vehículos y hogares, y cada SUV totalmente eléctrico está valorado en aproximadamente 50.000 dólares, lo que suma una donación total de 2,5 millones de dólares.

Esta medida sigue a la oferta anterior de su empresa Starlink de un mes de servicio de Internet gratuito el 5 de julio, destinado a restaurar la conectividad en áreas devastadas por las inundaciones.

Los vehículos Tesla, equipados con funciones de seguridad avanzadas y capacidades de carga fuera de la red a través de sistemas Powerwall, están destinados a ayudar a la movilidad y la energía en la fase de recuperación, una aplicación práctica de la filantropía impulsada por la tecnología de Musk.

Cómo funciona la donación
El proceso de donación se está llevando a cabo con Tesla coordinando las entregas a través de organizaciones locales sin fines de lucro, como el Fondo de Ayuda para Inundaciones del Condado de Kerr y el Ejército de Salvación. Los sobrevivientes deben registrarse a través del portal de Tesla, presentando un comprobante de pérdida, y se dará prioridad a las familias con niños o personas mayores a cargo.

El primer lote de 10 vehículos está programado para su distribución el 5 de agosto de 2025, y el resto se distribuirá según lo permitan la producción y la logística. Musk enfatizó en X que «Tesla los está fabricando ahora; la velocidad es clave», insinuando un impulso acelerado de fabricación en la Gigafábrica de Austin.

Este enfoque práctico contrasta con críticas anteriores a los esfuerzos de socorro de Musk en casos de desastre, como el despliegue del Powerwall en Puerto Rico en 2017, donde el equipo supuestamente se deterioró después del huracán, lo que planteó preguntas sobre el impacto a largo plazo.

Reacciones mixtas: elogios y escepticismo
El gesto ha provocado un aluvión de reacciones. Sobrevivientes como María González, una madre de Kerrville que perdió su casa y su coche, expresaron su gratitud: “Esto nos da la oportunidad de empezar de cero. Gracias, Sr. Musk”. Las redes sociales rebosaron de elogios, con publicaciones en X como “¡Elon está haciendo más que el gobierno!” y “¡Tesla al rescate!”, lo que refleja un aumento del sentimiento positivo.

La donación se alinea con el historial de ayuda de Musk, incluida una subvención de 2,4 millones de dólares de la Fundación Musk a SBP para la recuperación del huracán Helene en 2024 y la restauración de Internet de Tonga de SpaceX en 2022.

Sin embargo, los escépticos cuestionan el momento oportuno, señalando la reciente salida de Musk del puesto de DOGE de Trump en 2025 en medio de una disputa, lo que sugiere que podría ser un intento por reforzar su imagen pública tras la controversia. La participación de Musk en la política texana aporta contexto, al igual que su donación de un millón de dólares a Texans for Lawsuit Reform en octubre de 2024 y el traslado de las sedes de Tesla y SpaceX a Austin en 2021.

Sin embargo, los críticos señalan los recortes presupuestarios del Servicio Meteorológico Nacional (NWS) relacionados con el mandato de Musk en DOGE. Estos recortes, que redujeron el personal del NWS en un 17% y la financiación en un 30%, han sido culpados de subestimar las precipitaciones, lo que contribuyó a la gravedad de las inundaciones. Estas afirmaciones fueron amplificadas por la propia inteligencia artificial de Musk, Grok, antes de su retractación.

Su donación podría ser vista como un contrapeso, aunque algunos argumentan que es una gota en el océano en comparación con los 2.800 millones de dólares en créditos fiscales federales para vehículos eléctricos de los que se beneficia Tesla, lo que alimenta acusaciones de interés propio.

Desafíos logísticos y prácticos
Entregar 50 vehículos en una zona de desastre con carreteras dañadas y cortes de energía requiere coordinación con los servicios de emergencia y la red de servicio de Tesla, ya sobrecargada por una caída del 13% en las ventas en el segundo trimestre de 2025.

La carga autónoma del Model Y mediante Powerwalls, si bien innovadora, depende de la disponibilidad de energía solar, que podría verse limitada tras las inundaciones. Los críticos también cuestionan su viabilidad para las personas con bajos ingresos que han sobrevivido a las inundaciones. Un estudio de Consumer Reports de 2024 señala que los mayores costos de mantenimiento de los vehículos eléctricos (0,06 $ por milla frente a los 0,04 $ de los vehículos de gasolina) podrían suponer una carga para los beneficiarios.

La promesa de Musk de “carga gratuita durante un año” a través de los Supercargadores Tesla pretende compensar esto, pero el acceso en las zonas rurales de Texas sigue siendo una preocupación.

Impacto visible y efectos dominó

En Kerrville, la primera familia registrada recibió un Model Y el 29 de julio, utilizándolo para transportar suministros de socorro, una escena captada por los medios locales. Organizaciones sin fines de lucro reportan un aumento en las inscripciones de voluntarios, inspiradas por la participación de Musk, mientras que las acciones de Tesla experimentaron un repunte del 0,8 % el 29 de julio, sumando 6700 millones de dólares a su capitalización bursátil, según Bloomberg.

Sin embargo, este impulso financiero palidece en comparación con los 90 millones de dólares que Musk perdió el 24 de julio debido a una redirección de fondos de SpaceX, lo que sugiere que la donación también podría servir para estabilizar su imagen en medio de pérdidas recientes.

El discurso público refleja esta dualidad. Sus partidarios aclaman a Musk como un visionario, y un usuario de X comenta: «Está cumpliendo sus promesas con el dinero», mientras que sus detractores se preguntan: «¿Es esto una obra benéfica o un anuncio de Tesla?».

La falta de donaciones previas para ayudar a las inundaciones (a pesar de la riqueza de Musk y la ayuda pasada, como los Powerwalls de Puerto Rico de 2017) alimenta el escepticismo, y algunos citan rumores generados por IA sobre donaciones de 7 millones de dólares desacreditadas por Snopes en julio de 2025. Su historial de promesas incumplidas, como el submarino de cueva tailandés de 2018, aumenta la cautela, aunque la entrega tangible de vehículos contradice esta narrativa.

Un salvavidas para los sobrevivientes, ¿pero es suficiente?
Para los sobrevivientes, la donación es un salvavidas. Familias como los González, que perdieron su camioneta, lo ven como una oportunidad para reconstruir su movilidad, mientras que los líderes locales elogian el impacto económico: la creación de empleos en Tesla y el aumento del turismo para mostrar la ayuda.

Sin embargo, la sostenibilidad de este gesto aún no se ha comprobado, y los expertos instan a un apoyo a largo plazo más allá de los vehículos. El mensaje de seguimiento de Musk, publicado el 30 de julio, «Texas fuerte: reconstruyamos juntos», indica un compromiso continuo, pero la prueba está en la ejecución.

Entre los escombros de Bastrop y las llanuras inundadas del condado de Kerr, los Tesla de Musk se erigen como símbolos de esperanza, uniendo la tecnología y la humanidad.

¿Legado o estrategia?
Ya sea por altruismo o por estrategia, este acto redefine el papel de Musk en la recuperación de desastres, dejando un legado que los sobrevivientes impulsarán en el futuro, siempre que la situación siga avanzando. Por ahora, los Teslas donados representan tanto la promesa de recuperación como las complejidades de la filantropía moderna, donde la tecnología, la publicidad y la necesidad genuina se cruzan en el camino hacia la reconstrucción de vidas.