De las patas embarradas a la esperanza: el heroico rescate de Elon Musk y su promesa de donar 10 millones de dólares tras el tsunami de Hawái

Tras el devastador tsunami del 25 de julio de 2025 que azotó la Isla Grande de Hawái, Elon Musk ha demostrado una vez más que es más que un multimillonario obsesionado con los cohetes. Mientras ayudaba a los supervivientes en Hilo, el director ejecutivo de Tesla se convirtió en un héroe inesperado al rescatar personalmente a dos perros atrapados en el lodo y los escombros, un momento que ha cautivado la imaginación mundial. Pero Musk no se detuvo ahí: ahora ha prometido 10 millones de dólares para construir un centro de ayuda animal de vanguardia en Hawái, garantizando la salud y la seguridad de las mascotas afectadas por el desastre. Desde patas embarradas hasta un plan visionario, este es Musk en su faceta más inspiradora.

El desastre golpea y Musk interviene

Desencadenado por un potente terremoto de magnitud 7,8, el tsunami dejó un rastro de destrucción: 42 vidas perdidas, miles de desplazados e innumerables hogares reducidos a escombros. En medio del caos, Musk llegó a Hilo el 29 de julio y fue noticia con una donación de 5 millones de dólares para ayuda humanitaria. Mientras distribuía provisiones en un centro comunitario, escuchó a los voluntarios hablar de dos perros —un golden retriever llamado Koa y una mezcla de terrier llamada Lani— atrapados en un cobertizo derrumbado y enterrado bajo el lodo. Sin dudarlo, Musk se unió al rescate, caminando con los lugareños por el lodo hasta las rodillas para liberar a los aterrorizados animales. “Estaban temblando, pero vivos”, publicó Musk más tarde en X, compartiendo una foto suya, cubierto de lodo, acunando a Koa. “Nadie se queda atrás, ni siquiera los peludos”.

Un momento viral de compasión

El rescate, grabado en video por un voluntario, se volvió viral, acumulando 30 millones de visualizaciones en X en 24 horas. Las imágenes muestran a Musk cavando con una pala y luego persuadiendo con delicadeza a los perros para que salgan, con su habitual actitud de técnico reemplazado por una determinación pura. Lani, la bulliciosa terrier, le lamió la cara mientras la llevaba a un lugar seguro, provocando una inusual sonrisa de Musk que derritió corazones en todo el mundo. “Elon salvando perros es el arco heroico que no esperábamos”, tuiteó un usuario de X, mientras que otro bromeó: “Primero Marte, ahora perros; este tipo es imparable”. La dueña de los perros, una madre soltera llamada Malia Kealoha, agradeció a Musk entre lágrimas, diciendo: “Son los mejores amigos de mis hijos. Nos devolvió la esperanza”.

Una visión de 10 millones de dólares para el bienestar animal

Pero la compasión de Musk no terminó con Koa y Lani. Conmovido por las historias de mascotas perdidas o heridas en el tsunami, anunció el 2 de agosto un compromiso de $10 millones a través de la Fundación Musk para construir el Centro de Ayuda y Recuperación Animal de Hawái (HARRC) en la Isla Grande. Las instalaciones, cuya construcción comenzará a principios de 2026, brindarán atención veterinaria de emergencia, refugio temporal y rehabilitación a animales afectados por desastres naturales. “Las mascotas son parte de la familia”, tuiteó Musk. “Estamos construyendo un lugar para mantenerlas a salvo cuando ocurra lo peor”. El centro también contará con una unidad veterinaria móvil para llegar a zonas remotas, asegurando que ningún animal quede desatendido.

Un modelo de respuesta ante desastres

HARRC se asociará con grupos locales como la Sociedad Protectora de Animales de la Isla de Hawái y organizaciones nacionales como la ASPCA. Los planes incluyen una instalación de 930 metros cuadrados con quirófanos, perreras de recuperación y un área de entrenamiento para equipos de respuesta ante desastres. Diseñado como modelo para regiones propensas a desastres, contará con infraestructura alimentada por energía solar —un guiño a los orígenes de Musk en Tesla— y capacidades de telemedicina para consultas remotas. “Esto no es solo un refugio, es un salvavidas”, dijo la Dra. Leilani Wong, veterinaria de Hilo que colabora en el proyecto. El anuncio desató una ola de elogios en X, donde los usuarios lo calificaron de “un punto de inflexión para el bienestar animal” y “la mejor decisión de Elon hasta la fecha”.

Un nuevo capítulo para la imagen pública de Musk

Las acciones de Musk llegan en un momento en que su imagen pública ha sido desigual. Tras un año de controversias —la caída de las acciones de Tesla, disputas políticas y un paquete de compensación polarizante de 29 mil millones de dólares—, su heroísmo en Hawái es un recordatorio de su capacidad para el bien. El rescate del perro, sumado a su previo abrazo entre lágrimas con sus padres en duelo, ha cambiado la narrativa. “Este es el Elon que apoyo”, decía una publicación de X, haciéndose eco de un sentimiento compartido por millones. Su índice de aprobación, que recientemente se encontraba en el 30%, está, según se informa, en alza, conmovidos tanto por su sinceridad como por sus seguidores y críticos.

Un legado de compasión

El centro de rescate y socorro también destaca una faceta menos conocida de Musk: su amor por los animales. A menudo habla de su perro de la infancia, Gatsby, y de sus mascotas actuales, incluyendo un shiba inu llamado Floki, que inspiró los memes de Dogecoin. “A los animales no les importa tu patrimonio; solo necesitan que estés presente”, dijo Musk en una inusual entrevista con Hawaii News Now. Su compromiso se extiende más allá de Hawái; la Fundación Musk está explorando iniciativas similares en otras zonas propensas a desastres, centrándose en las crisis climáticas.

Para Hilo, el impacto es inmediato. Koa y Lani se recuperan en una clínica veterinaria local, y la familia de Kealoha ha recibido ayuda para reconstruir su hogar. La comunidad en general, aún recuperándose de los estragos del tsunami, ve los esfuerzos de Musk como una luz de esperanza. “No tenía que ensuciarse las manos, pero lo hizo”, dijo el alcalde de Hilo, Kimo Alameda. “Eso es lo que nos queda grabado”.

Mientras Hawái se reconstruye, el rescate en el lodo de Musk y su promesa de donar 10 millones de dólares han consolidado su lugar en el corazón de la isla. Es una historia de compasión, acción y un multimillonario que, por un instante, cambió los cohetes espaciales por las patas embarradas. El Centro de Ayuda y Recuperación Animal de Hawái promete ser un legado duradero, garantizando que, en caso de desastre, ninguna criatura, humana o peluda, quede atrás.