Gregory Peck, uno de los rostros más respetados y admirados del Hollywood clásico, conocido por su porte impecable, su integridad actoral y papeles inolvidables como en Matar a un ruiseñor, estuvo a punto de ver su carrera colapsar por un escándalo que muchos quisieron ocultar durante décadas.

Hoy, gracias a la reapertura de ciertos archivos y testimonios que han salido a la luz recientemente, se vuelve a hablar de ese episodio oscuro que casi borra al caballero del cine de la lista de los grandes.

¿Te imaginas que el ídolo de la rectitud hubiera estado envuelto en una polémica con política, romance prohibido y amenazas en la industria? Pues sí, todo eso estuvo a punto de destruirlo.

El año que lo cambió todo: 1953, el rumor que encendió la mecha

A principios de los años 50, Gregory Peck era uno de los actores más cotizados y queridos de la industria. Ya había trabajado con Hitchcock, era aclamado por la crítica y el público lo adoraba. Pero en 1953, mientras se encontraba filmando en Europa, un rumor comenzó a circular por los pasillos de los grandes estudios en Los Ángeles: Gregory Peck estaba relacionado sentimentalmente con una figura política muy influyente… y casada.

Aunque no se dieron nombres de inmediato, algunos apuntaban directamente a la esposa de un embajador estadounidense en Italia, quien supuestamente habría tenido un amorío con el actor durante el rodaje de una cinta ambientada en Roma.

Las alarmas sonaron de inmediato. En pleno contexto del macarthismo, con Hollywood siendo observado por conductas “poco patrióticas” y “moralmente cuestionables”, cualquier desliz podía costarte todo: contratos, reputación y libertad.

Y si bien Gregory nunca confirmó la relación, las consecuencias no tardaron en llegar.

Hollywood reacciona: contratos cancelados y llamadas misteriosas

Poco después de que el rumor tomara fuerza en la prensa sensacionalista europea, uno de los grandes estudios con los que Peck tenía un contrato en puerta —se dice que era Paramount— decidió congelar su participación en una película importante.

Según un artículo rescatado por el periodista cultural Henry Bloom para Classic Stars Archives, los representantes de Gregory Peck comenzaron a recibir llamadas anónimas, exigiendo que el actor “se mantuviera alejado de ciertas figuras” o “se atuviera a las consecuencias”.

“No era solo un tema de infidelidad —que de por sí ya era un escándalo para los estándares de la época—, sino de meterse con una figura del gobierno. Eso podía arrastrar a todo Hollywood”, explica Bloom.

Aunque nunca se reveló públicamente la identidad de la mujer involucrada, la carrera de Peck comenzó a sufrir un “extraño enfriamiento” en esos años, con proyectos cancelados, entrevistas bloqueadas y una evidente ausencia en los eventos sociales de Hollywood.

El giro que lo salvó: “To Kill a Mockingbird” (1962)

Si bien Peck logró mantenerse activo en la industria durante los años siguientes, fue en 1962 cuando su reputación dio un giro definitivo con su papel de Atticus Finch en To Kill a Mockingbird (Matar a un ruiseñor), donde interpretó a un abogado íntegro, justo y compasivo.

Este papel no solo le devolvió la confianza del público, sino que además le valió el Óscar al Mejor Actor, convirtiéndose en uno de los roles más recordados de la historia del cine.

Muchos analistas de la época y críticos actuales aseguran que ese papel fue también una forma de limpiar su imagen, aunque Gregory jamás mencionó públicamente el escándalo de 1953. La discreción fue su mejor aliada.

“Gregory Peck entendió que no había que alimentar el fuego. Su elegancia fue también su escudo”, señala la periodista Linda Mears en un artículo reciente.

¿Y qué dice la gente ahora?

El escándalo, que permaneció olvidado durante décadas, ha resurgido gracias a un documental que se emite actualmente en la plataforma CineReal, titulado “Ídolos Bajo Sombra”, donde se exploran los secretos y escándalos del Hollywood dorado.

En redes sociales, el nombre de Gregory Peck volvió a ser tendencia, y las reacciones no tardaron en aparecer:

“No me importa el escándalo. Gregory Peck fue, es y será un rey 👑”, escribió @fanCineClásico en X.

“¿Lo intentaron cancelar por un amorío? ¡Ridículo! En esa época todo era moral de cartón”, comentó @retrolover88.

“Me parte el alma saber que estuvo al borde de perderlo todo… y aún así salió adelante con clase”, dijo @cinemántica.

En TikTok, varios creadores de contenido han hecho videos recapitulando el escándalo, mostrando fotos de la época y comparando cómo la cultura de cancelación ya existía… solo que sin redes sociales.

No era el único en la mira

Lo interesante es que Gregory Peck no fue el único actor de su generación en enfrentar “vetos silenciosos” por razones personales. Otros como Montgomery Clift, Rock Hudson o incluso Katharine Hepburn también sufrieron vetos encubiertos por su vida privada o creencias políticas.

Hollywood, en su época dorada, brillaba por fuera… pero escondía muchas sombras tras bambalinas.

Un legado que resistió el escándalo

Hoy en día, Gregory Peck sigue siendo recordado como uno de los actores más respetables del siglo XX. Su elegancia, su talento y su compromiso con causas sociales (como los derechos civiles y la paz) lo colocaron por encima del escándalo.

Pero este episodio —poco hablado, casi olvidado— nos recuerda que ni siquiera las leyendas están a salvo del fuego del chisme y las intrigas del poder.

¿Y tú qué opinas? ¿Conocías este escándalo que casi acaba con la carrera de Gregory Peck? ¡Déjanos tu comentario aquí abajo! 👇