Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, se convirtió el miércoles en la primera persona del mundo en alcanzar un patrimonio neto cercano a los 500.000 millones de dólares, impulsado por el repunte de las acciones de Tesla y el aumento de las valoraciones de sus otras empresas. Según el índice de multimillonarios de Forbes, la riqueza de Musk alcanzó los 500.100 millones de dólares a las 16:15 h (hora del este). El multimillonario poseía una participación del 12,4 % en Tesla desde el 15 de septiembre, tras el alza de las acciones del fabricante de vehículos eléctricos.

El patrimonio neto de Elon Musk superó al de Mansa Musa con 433 mil millones de dólares a enero de 2025.

Los dos hombres más ricos de la historia: Una comparación de la riqueza de Elon Musk y Mansa Musa

El patrimonio neto de Elon Musk superó al de Mansa Musa con 433 mil millones de dólares a enero de 2025.

En los anales de la historia, la riqueza ha sido a menudo una medida de influencia y poder. Dos figuras destacan en este sentido: Mansa Musa, emperador del Imperio de Mali en el siglo XIV, y Elon Musk, el empresario contemporáneo detrás de empresas como Tesla y SpaceX. Si bien el patrimonio neto de Musk se disparó a niveles sin precedentes en los últimos años, superando los 400 mil millones de dólares en su punto máximo, el legado de la riqueza de Mansa Musa sigue siendo incomparable.

El ascenso financiero de Elon Musk

El camino de Elon Musk para convertirse en la persona más rica del mundo es un testimonio de innovación y emprendimiento estratégico. Sus proyectos abarcan vehículos eléctricos, exploración espacial, inteligencia artificial y redes sociales. A principios de 2025, el patrimonio neto de Musk había alcanzado aproximadamente los 433.000 millones de dólares, convirtiéndolo en la primera persona en la era moderna en superar la marca de los 400.000 millones. Esta inmensa riqueza provino principalmente de sus importantes participaciones en Tesla, que representaban el 58,3% de su fortuna, y SpaceX, con el 26,6%. Además, su startup de inteligencia artificial, xAI, fundada en 2023, estaba valorada en 50.000 millones de dólares a finales de 2024, lo que reforzó aún más su posición financiera. Sin embargo, la volatilidad del mercado bursátil y los compromisos políticos de Musk provocaron fluctuaciones en su patrimonio neto. Para marzo de 2025, una caída significativa en el valor de las acciones de Tesla, en parte debido a la participación de Musk en el Departamento de Eficiencia Gubernamental, provocó que su patrimonio neto se redujera a aproximadamente 330.000 millones de dólares.

Mansa Musa El Emperador Dorado

Siglos antes del ascenso de Musk, Mansa Musa gobernó el Imperio de Mali de 1312 a 1337. Su reinado se cita a menudo como el epítome de la riqueza y la prosperidad. Las vastas reservas de oro del Imperio de Mali y el control sobre importantes rutas comerciales en África Occidental fueron las principales fuentes de la riqueza de Musa. Su peregrinación a La Meca en 1324 es legendaria. Viajó con una caravana, según se dice, compuesta por decenas de miles de personas, incluyendo soldados, civiles y esclavos, todos ataviados con elegantes atuendos. La generosidad del emperador fue evidente al distribuir oro a lo largo de su viaje, especialmente en El Cairo, donde sus derroches, según se dice, causaron inflación que afectó la economía local durante años. Calcular la riqueza de Mansa Musa en términos actuales es difícil debido a la falta de registros precisos y a las enormes diferencias en las estructuras económicas entre el siglo XIV y la actualidad. Sin embargo, algunas estimaciones modernas sugieren que su patrimonio neto rondaba los 400 000 millones de dólares, lo que lo convierte posiblemente en el individuo más rico de la historia.

Comparando los Titanes de la Riqueza

Si bien tanto Musk como Mansa Musa alcanzaron una riqueza extraordinaria, sus orígenes e impactos difieren significativamente. La fortuna de Musk está ligada a los avances tecnológicos y a las empresas que cotizan en bolsa, lo que la hace vulnerable a las dinámicas del mercado. En cambio, la riqueza de Mansa Musa provenía de recursos naturales tangibles como el oro y la sal, y de la posición estratégica de su imperio en las rutas comerciales globales. Además, la riqueza de Musa tuvo un profundo impacto cultural y educativo. Invirtió en la construcción de mezquitas, universidades y bibliotecas, especialmente en Tombuctú, transformándola en un centro de aprendizaje y cultura. Estas contribuciones han dejado un legado perdurable que ha influido en la cultura y la educación de África Occidental durante siglos.

La naturaleza efímera de la riqueza

Las historias de Musk y Mansa Musa ponen de relieve la naturaleza transitoria de la riqueza. El patrimonio neto de Musk experimentó una disminución significativa a principios de 2025, cayendo en más de 100 000 millones de dólares debido a una fuerte caída de las acciones de Tesla. A pesar de ello, siguió siendo la persona más rica del mundo, lo que pone de relieve la volatilidad inherente a los mercados financieros modernos. En cambio, si bien la riqueza de Mansa Musa era inmensa, también era finita. Tras su muerte, el Imperio de Mali enfrentó conflictos internos y presiones externas que llevaron a su eventual declive. Esto pone de relieve que incluso las grandes fortunas están sujetas a los vaivenes del tiempo y las circunstancias.

Un legado más allá de la riqueza

Más allá de su riqueza económica, ambas figuras han dejado huellas indelebles en la historia. Las inversiones de Mansa Musa en educación e infraestructura impulsaron una época dorada en África Occidental, cuyos efectos aún se reconocen hoy. Las empresas de Elon Musk buscan revolucionar el transporte, la exploración espacial y la inteligencia artificial, con el potencial de moldear el futuro de la humanidad. Si bien el patrimonio neto de Musk superó brevemente la fortuna estimada de Mansa Musa, el impacto de este último en la cultura, la educación y el comercio global sigue siendo incomparable. Sus historias sirven como recordatorio de que, si bien la riqueza se puede cuantificar, su verdadero valor reside en cómo se utiliza para influir y mejorar la sociedad. Las historias de Mansa Musa y Elon Musk ilustran que la riqueza, ya sea en forma de oro o acciones, es efímera. Sin embargo, los legados construidos mediante la aplicación de esa riqueza, ya sea en el avance del conocimiento humano o en la exploración de nuevas fronteras, perduran a través de los siglos.