Si fuiste fan del viejo oeste en la televisión, seguro recuerdas a John Cannon, el patriarca valiente y decidido de El Gran Chaparral. Pero lo que muchos no saben es que detrás del porte fuerte y la mirada de acero de Leif Erickson, el actor que dio vida a ese personaje legendario, se escondía una historia marcada por el dolor, tragedias personales y un final que pocos esperaban.

Y ahora, décadas después de su muerte, los fans vuelven a hablar de él… no solo por su legado, sino por las desgarradoras circunstancias que rodearon sus últimos años de vida.

¿Quién fue Leif Erickson?

Nacido como William Wycliffe Anderson el 27 de octubre de 1911, en Alameda, California, Leif Erickson comenzó su carrera como cantante en los años 30 antes de encontrar su lugar en Hollywood como actor de reparto. Su cambio de nombre artístico fue sugerido por los estudios para darle una imagen más heroica… y vaya que funcionó.

A lo largo de los años 40 y 50, participó en una gran cantidad de películas, pero fue en 1967 cuando su rostro se volvió mundialmente conocido, al interpretar al imponente John Cannon en El Gran Chaparral, una de las series western más exitosas de la televisión.

Durante 4 temporadas, Erickson se ganó el corazón del público con su actuación sobria, firme y paternal, en una época en la que el western reinaba en los hogares. Pero mientras su personaje era símbolo de fuerza, su vida personal estaba marcada por el dolor.

Tragedias familiares que lo marcaron

Leif Erickson vivió una serie de golpes emocionales difíciles de superar. El primero y más devastador fue la pérdida de su hijo adoptivo, William Leif Erickson Jr., quien murió trágicamente en un accidente automovilístico a los 20 años, mientras servía en la Marina. Esta pérdida lo afectó profundamente, y según amigos cercanos, nunca volvió a ser el mismo después de ese momento.

Años más tarde, también enfrentó el divorcio con su esposa Margaret Hayes, lo que agravó aún más su ya frágil estado emocional. Lejos de los reflectores, se refugió en el alcohol y en el aislamiento, alejándose poco a poco de los sets de grabación.

El final: una batalla silenciosa

Después de retirarse en los años 80, Leif Erickson enfrentó una larga batalla contra el cáncer. A pesar de su físico fuerte y su espíritu luchador, su salud se fue deteriorando lentamente, y pasó sus últimos años prácticamente alejado de los medios y del público.

El 29 de enero de 1986, falleció a los 74 años en Pensilvania, en relativa soledad. Su muerte no fue ampliamente cubierta por la prensa en ese momento, ya que el mundo del espectáculo estaba enfocado en nuevas estrellas y tendencias. Pero para quienes lo admiraban, su partida fue una herida profunda difícil de sanar.

 Reacciones y homenajes de fans

Hoy, gracias a la nostalgia, YouTube, TikTok y plataformas de streaming que han vuelto a poner El Gran Chaparral en la mira, Leif Erickson está siendo redescubierto por nuevas generaciones, y su historia vuelve a conmover.

En redes sociales, los comentarios abundan:

“Mi papá me hizo ver El Gran Chaparral, y ahora entiendo por qué amaba tanto a John Cannon.” — @westernlover

“No sabía que su hijo había muerto tan joven. Qué tristeza. Un gran actor y un gran personaje.” — @tvnostalgia

“El final de Leif Erickson me parte el alma. Merecía un homenaje más grande.” — @cinemexicano80s

Incluso hay peticiones en plataformas como Change.org para que se le haga un homenaje póstumo durante los próximos premios Emmy o en eventos especiales del cine clásico.

Lo que pocos sabían…

Algo curioso es que Leif Erickson también tuvo una breve carrera como piloto de aviones durante la Segunda Guerra Mundial. Era un hombre multifacético, que combinaba su amor por el arte con una fuerte ética de trabajo. Muchos colegas lo describían como reservado pero generoso, discreto pero poderoso en escena.

Su legado no solo está en sus actuaciones, sino en la imagen del “hombre de valores” que representó durante toda su carrera.

 Una leyenda que no debe olvidarse

Aunque ya no está con nosotros, Leif Erickson sigue siendo parte importante del ADN de la televisión de época. Su personaje de John Cannon fue un referente de lo que debía ser un líder: firme, justo, valiente y humano.

Y aunque su final fue triste, su legado es eterno.

💬 ¿Tú también veías El Gran Chaparral con tu familia? ¿Qué recuerdos tienes de John Cannon? Cuéntanos en los comentarios y comparte este homenaje con más fans del viejo oeste.