En uno de los momentos diplomáticos más inesperados del año, un Elon Musk ligeramente desaliñado llegó a París esta mañana para reunirse con el presidente francés, Emmanuel Macron, apenas horas después de haber estado de fiesta, según se informa, en un exclusivo club nocturno en la Ciudad de México

Las fotos que circulan en línea muestran a Musk abordando un jet privado con ropa informal y gafas de sol, aparentemente privado de sueño pero divertido, mientras realizaba el vuelo transatlántico de México a Francia para lo que se describió como una “reunión estratégica de alto nivel” sobre inteligencia artificial y colaboración en energía verde.

Del tequila a las conversaciones

Fuentes cercanas al director ejecutivo de Tesla y SpaceX afirman que Musk asistía a una fiesta privada en Ciudad de México tras una cumbre tecnológica, donde se le vio bailando con estrellas del pop latino y bebiendo tequila de alta gama. Testigos presenciales afirman que abandonó el lugar poco antes del amanecer.

Menos de 12 horas después, Musk estaba estrechando la mano de Macron en el Palacio del Elíseo, sin corbata, ligeramente desaliñado y todavía usando lo que parecían ser los zapatos de la noche anterior.

«Elon Musk apareció con aspecto de haber viajado en el tiempo desde una fiesta en una azotea», declaró un funcionario francés a la prensa anónimamente. «Pero, para ser justos, estaba más preparado que la mitad de nuestros ministros».

Negocios como siempre, más o menos

A pesar de su aparición inesperada, Musk habría mantenido una productiva reunión de dos horas con el presidente Macron, en la que discutieron la expansión de Tesla en Francia, la futura cooperación en la regulación de la IA y el posible apoyo francés a las pruebas europeas de Neuralink.

“Elon es… poco convencional”, dijo Macron con una sonrisa burlona en una rueda de prensa posterior. “Pero también es un visionario. Y los visionarios no siempre necesitan dormir”.

Internet reacciona

Las redes sociales estallaron con memes que comparaban a Musk con un “Tony Stark con resaca” y calificaban el incidente de “energía máxima de 2025”. Etiquetas como #ElonAfterHours y #FromMexicoWithMusk fueron tendencia mundial; algunos elogiaban su dedicación y otros calificaban el momento de “comportamiento irresponsable de multimillonario”.

Pero el propio Musk no pareció inmutarse. Publicó una selfi con Macron en X (antes Twitter), con el siguiente texto:
“Directo de la pista de baile a la diplomacia. ¡Viva Francia 🇫🇷🪩⚡️!”

¿Un nuevo tipo de diplomacia?

Aunque poco convencional, el incidente no hace más que afianzar la ya mítica imagen pública de Musk: mitad genio, mitad agente del caos. Y en un mundo donde los magnates tecnológicos influyen cada vez más en la política global, quizás ver a uno de ellos con jet lag y un poco desaliñado sea la nueva normalidad.