Elon Musk presenta la creación más atrevida de Tesla hasta la fecha: un vehículo eléctrico totalmente autónomo por solo 30.000 dólares.

En un movimiento que ha conmocionado a la industria automotriz mundial, Elon Musk reveló la última y más audaz innovación de Tesla: un vehículo eléctrico completamente autónomo, con un precio asombroso de 30.000 dólares.

Una nueva era en movilidad

En las instalaciones de Tesla en Fremont, Musk presentó el coche a un público atónito de periodistas, inversores y expertos del sector. «Esto no es solo un coche», declaró. «Es el futuro del transporte». Al caer el telón, el público quedó boquiabierto ante la imagen: un vehículo elegante y minimalista, sin volante, sin pedales y sin necesidad de conductor.

Un salón sobre ruedas

Al entrar, descubrirá un interior que recuerda más a un salón de lujo que a un coche tradicional. Asientos cómodos, un techo panorámico de cristal y un tablero transformado en un centro de entretenimiento: los pasajeros pueden ver películas en streaming, jugar o asistir a reuniones virtuales, todo mientras el coche se encarga del viaje.

La IA revolucionaria al mando

El nuevo modelo de Tesla está impulsado por el sistema de IA más avanzado de la compañía hasta la fecha, que funciona con un chip de última generación que procesa grandes flujos de datos en tiempo real provenientes de múltiples sensores y cámaras. El coche circula por calles, autopistas e intersecciones complejas sin intervención humana. Musk afirma que la IA ha sido entrenada con miles de millones de kilómetros de datos de conducción, lo que la hace “más segura que un conductor humano promedio”. Durante las pruebas, el vehículo ya ha recorrido más de dos millones de kilómetros de forma autónoma sin ningún accidente causado por errores del sistema.

¿Cómo es tan asequible?

El precio de 30.000 dólares ha desconcertado tanto a competidores como a consumidores. Musk atribuye el mérito a la integración vertical de Tesla: diseña y fabrica casi todos los componentes clave internamente, desde baterías hasta chips de IA. ¿La innovación? La nueva tecnología de baterías de Tesla reduce drásticamente los costes en un 40 %, a la vez que aumenta la autonomía y la velocidad de carga. El coche tiene una autonomía de 644 km (400 millas) y se puede recargar al 80 % en menos de 20 minutos en una estación de Supercargador.

La industria se sacude hasta sus cimientos

A las pocas horas del anuncio, las acciones de Tesla se dispararon, mientras que las de los fabricantes de automóviles rivales se desplomaron. El director ejecutivo de Ford lo calificó como una “llamada de atención”. BMW emitió un comunicado cuestionando la seguridad de los vehículos totalmente autónomos a gran escala. Toyota, en particular, guardó silencio, una decisión que los analistas interpretan como una señal de estrategia interna.

Juntas de seguridad del transporte de todo el mundo han programado reuniones de emergencia para revisar los requisitos regulatorios para estos vehículos. De aprobarse su uso masivo, este podría ser el lanzamiento automotriz más disruptivo en décadas.

¿Se volverá obsoleta la conducción humana?

Musk no se anduvo con rodeos al hablar de su visión: «En un futuro próximo, conducir será como montar a caballo: algo que se hace por diversión, no por necesidad». Sus defensores celebran esta innovación como un avance hacia ciudades más seguras, limpias y eficientes. Sin el error humano —la principal causa de accidentes—, las carreteras podrían transformarse.

Pero los críticos advierten sobre la pérdida masiva de empleos en los sectores del transporte por carretera, el taxi y el transporte compartido. Las cuestiones éticas sobre la toma de decisiones de la IA en situaciones de accidente siguen siendo objeto de intensos debates. Y existe resistencia cultural: millones de conductores en todo el mundo simplemente adoran estar al volante.

Los pedidos anticipados rompen récords

Tesla abrió las reservas inmediatamente después de la presentación, con un depósito de tan solo $500. En 24 horas, se recibieron más de 250,000 reservas, más que toda la producción del primer año de algunos vehículos eléctricos de la competencia.

Las primeras entregas están previstas para finales de 2026 en EE. UU., seguidas de la expansión global. Musk insinuó que las versiones internacionales podrían presentar ligeros ajustes de diseño para adaptarse a las regulaciones regionales, pero la tecnología principal se mantendrá sin cambios.

Un punto de inflexión para la industria automotriz

Si Tesla cumple sus promesas —y eso aún es una incógnita—, el vehículo eléctrico totalmente autónomo de 30.000 dólares podría provocar una reestructuración radical de la industria automotriz. Los fabricantes tradicionales podrían verse obligados a acelerar sus programas de vehículos autónomos o correr el riesgo de caer en la irrelevancia.

Una cosa es segura: no se trata solo de un coche nuevo. Se trata de reescribir las reglas de la movilidad, la propiedad y lo que significa “conducir” en el siglo XXI.