En un mundo donde el coste de la vida parece subir cada año, un solo comentario puede encender un debate nacional. Eso fue precisamente lo que ocurrió cuando Maye Musk, la madre de 77 años del multimillonario empresario Elon Musk, compartió sus controvertidos consejos de crianza en televisión nacional y redes sociales. ¿Su mensaje? Si te preocupa tener hijos, “olvídate de las cenas románticas y las noches de cine; simplemente ten al bebé”. La reacción fue inmediata y feroz, y planteó preguntas sobre los privilegios, las divisiones generacionales y lo que realmente se necesita para criar a un hijo en 2025.

Un mensaje simple, una reacción complicada

Los comentarios de Maye Musk surgieron por primera vez durante una aparición en diciembre en Fox & Friends, donde reafirmó un consejo que ya había publicado en línea. “No tienen que ir al cine ni a cenar”, les dijo a los presentadores. “Simplemente pasen tiempo con el regalo más maravilloso que puedan tener: los hijos”.

Sus palabras hicieron eco de un tema que ha defendido durante años: que la verdadera riqueza proviene de la familia, no de las comodidades materiales. A menudo recuerda cómo crió a sus tres hijos —Elon, Kimbal y Tosca— en casas modestas, a veces encima de un garaje. “No salíamos a cenar ni al cine”, escribió en respuesta a un comediante que lamentaba el alto costo de la crianza. “En cuanto pude permitirme ayuda en casa, abrí mi consulta de dietética en casa… Tener hijos le da valor a tu vida”.

Una tormenta de críticas

Aunque el consejo de Maye Musk fue claramente sincero, tocó la fibra sensible de millones de personas. Las redes sociales estallaron en críticas, acusándola de no estar al tanto de la realidad económica que enfrentan las familias actuales. “No son las entradas de cine lo que nos está arruinando”, decía un comentario viral. “Son 400 dólares a la semana para la guardería y fresas a 5 dólares”.

Las cifras respaldan esta frustración. Según un estudio de LendingTree publicado en marzo, el costo de criar a un hijo hasta los 18 años asciende actualmente a la asombrosa cifra de $297,674, un 25% más que hace tan solo dos años. El costo anual promedio de criar a un niño pequeño es de $29,419, casi un 36% más que en 2023. Tan solo la guardería ha aumentado más del 50%, y la comida y el seguro no se quedan atrás.

Estas cifras ni siquiera incluyen el costo de la universidad, las emergencias médicas ni el sinfín de pequeños gastos que conlleva criar hijos sanos y felices. Los padres de hoy se enfrentan a un campo minado de desafíos financieros, desde el alza desmesurada del alquiler hasta el estancamiento salarial y la reducción de las prestaciones. Para muchos, la idea de que saltarse algunas cenas fuera podría hacer que la paternidad sea asequible resulta ridículamente descabellada.

Un panorama económico cambiante

La historia de Maye Musk es innegablemente impresionante. Como madre soltera, se forjó una carrera en nutrición y modelaje, criando a tres hijos que alcanzarían su propio éxito, especialmente Elon, quien se convirtió en la persona más rica del mundo. Lo hizo con agallas, determinación e ingenio, recordando a menudo cómo llegaba a fin de mes en pequeños apartamentos y encima de garajes.

Pero el mundo ha cambiado drásticamente desde la década de 1970. Hoy, los padres se enfrentan a retos que Maye nunca enfrentó: alquileres altísimos, una economía informal con poca estabilidad laboral y un sistema educativo que se encarece cada año. En algunos estados, las familias destinan una cuarta parte de sus ingresos a los gastos relacionados con los hijos. Incluso en Misisipi, conocido por su bajo costo de vida, las familias destinan al menos el 16 % de sus ingresos a la crianza de los hijos.

La reciente reducción del Crédito Tributario por Hijos —de $3,600 durante la pandemia a tan solo $2,000 por hijo— solo ha empeorado las cosas. Las redes de seguridad económica que antes ayudaban a las familias a salir adelante se han debilitado, dejando a muchos sintiéndose vulnerables y expuestos.

La filosofía de la familia Musk

En el centro de este debate se encuentra una filosofía arraigada en la familia Musk. El propio Elon Musk lleva mucho tiempo argumentando que el mundo necesita más niños, advirtiendo que la disminución de la natalidad amenaza el futuro de la civilización. La perspectiva de Maye encaja perfectamente con esta visión: los hijos son un regalo demasiado preciado como para ser eclipsado por preocupaciones económicas.

Este mensaje resuena en algunos, quienes valoran priorizar la familia por encima de los placeres efímeros. Pero para muchos, especialmente para quienes tienen dificultades para pagar las cuentas, suena falso. La realidad es que tener hijos no es solo una decisión de estilo de vida, sino un compromiso financiero para toda la vida que cada vez parece más inalcanzable para millones de personas.

Privilegio y perspectiva

Los críticos argumentan que el consejo de Maye Musk es fruto de un privilegio. Si bien trabajó duro y superó la adversidad, también contó con oportunidades y redes de apoyo que muchas familias hoy en día simplemente no tienen. Es más fácil decirles a los demás que se centren en lo que importa cuando se cuenta con la seguridad de una vida llena de recursos, afirman.

Su historia —una de resiliencia, sacrificio y triunfo final— sigue siendo inspiradora. Pero también es un recordatorio de cuánto ha cambiado el mundo. Las presiones económicas que enfrentan las familias en 2025 son diferentes a las que experimentaron las generaciones anteriores. Para muchos, el verdadero desafío no es elegir entre una cita romántica y un pañal, sino mantener la luz encendida y la comida en la mesa.

Una conversación nacional

Los comentarios de Maye Musk han encendido un debate nacional sobre lo que significa ser padre en la América moderna. ¿Es justo sugerir que las preocupaciones financieras nunca deberían ser un obstáculo para tener hijos? ¿O acaso ese consejo ignora las dificultades reales que definen la vida familiar de millones de personas?

Para algunos, el mensaje de Maye es un llamado a priorizar lo que realmente importa. Para otros, es un recordatorio de que la sabiduría tradicional no siempre se ajusta a la realidad actual. La verdad, como siempre, es compleja. Criar hijos nunca ha sido fácil, pero en 2025, es un desafío que exige más que solo sacrificio. Requiere navegar en un mundo donde lo básico está cada vez más fuera de su alcance.

Mirando hacia el futuro

En definitiva, el consejo de Maye Musk puede estar basado en el amor y la resiliencia, pero también pone de relieve la profunda brecha entre generaciones, y entre quienes tienen y quienes no. Sus palabras nos han obligado a afrontar preguntas incómodas sobre el privilegio, la responsabilidad y el verdadero coste de criar una familia.

Mientras Estados Unidos debate el significado de los consejos de Maye Musk para una crianza frugal, algo está claro: el mayor regalo no es solo tener hijos, sino poder darles un futuro con el que valga la pena soñar. Y en un mundo donde ese sueño se siente cada día más lejano, quizás la verdadera conversación debería centrarse en cómo hacerlo posible para todas las familias, no solo para unos pocos afortunados.