En el dinámico mundo de la televisión diurna estadounidense, pocos programas generan tanta controversia y debate como The View . El panel de mujeres francas ha sido durante mucho tiempo un foco de debate político, dramas sobre famosos y comentarios culturales. Tras las elecciones de 2025, el programa —y en particular su copresentadora Sunny Hostin— se ha visto nuevamente en el centro de una polémica mediática, esta vez protagonizada nada menos que por el multimillonario empresario Elon Musk.

Las pasiones políticas están en auge

Durante el ciclo electoral 2024-2025, Sunny Hostin y sus compañeros presentadores de The View no se quedaron callados sobre sus inclinaciones políticas. El panel, que incluía a personalidades como Joy Behar y Whoopi Goldberg, no ocultó su apoyo a Kamala Harris, quien se postulaba contra el expresidente Donald Trump. Sus discusiones a menudo se tornaron polémicas, describiendo a Trump como “psicótico” y calificando las acciones de su administración de “depravadas”.

Hostin, exfiscal federal conocida por sus incisivos comentarios, resumió el ambiente del programa en un momento dado: «Creo que en 2016 no sabíamos qué nos depararía el gobierno de Trump, pero ahora lo sabemos. Y ahora sabemos que tendremos un poder prácticamente ilimitado». Sus comentarios reflejaron una ansiedad palpable, compartida por muchos en el panorama mediático progresista a medida que la campaña de Trump cobraba impulso.

El factor Elon Musk

Pero el giro en el drama político de esta temporada no se debió solo al resultado de las elecciones, sino a un nombramiento inesperado: Elon Musk, el enigmático director ejecutivo de Tesla y SpaceX, fue elegido director del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). La decisión fue tan controvertida como acaparadora de titulares, y rápidamente se convirtió en tema de debate diario en The View .

Hostin, siempre dispuesta a compartir sus opiniones, dejó claro que no quería tener nada que ver con las empresas de Musk. “No voy a comprar un Tesla, no voy a comprar acciones de Tesla”, declaró en directo, añadiendo que había eliminado su cuenta X (anteriormente Twitter) tras la victoria de Trump y el nuevo cargo de Musk en el gobierno. “No quería tener nada que ver con Elon Musk”, explicó.

Su desdén por la gestión de Musk de la plataforma de redes sociales era igualmente contundente. «Twitter era un infierno antes de Elon Musk, luego le cambió el nombre a X, lo cual fue una estupidez», dijo, según un segmento citado por Decider. «¡Nadie lo llama X!».

Rumores y realidad: ¿Hostin insultó a Musk en vivo por televisión?

A medida que las tensiones políticas se extendían al ciclo mediático postelectoral, comenzaron a circular rumores en internet y en la prensa sensacionalista. Varias publicaciones virales y titulares clickbait afirmaban que Sunny Hostin había llamado “maldito” a Elon Musk en directo, lo que impactó a la audiencia y provocó una disculpa en directo de la copresentadora Joy Behar.

Según estos informes, Behar supuestamente se distanció, tanto ella como el programa, de los comentarios de Hostin, alegando que su opinión no reflejaba la de The View en su conjunto. La historia cobró fuerza rápidamente, y los usuarios de redes sociales debatieron si Hostin se había pasado de la raya y si Musk respondería.

Pero, como suele ocurrir en la era de la desinformación viral, la verdad resultó ser mucho menos dramática. No solo ningún medio de comunicación de renombre informó sobre el supuesto insulto, sino que tampoco hay pruebas en vídeo ni transcripción oficial que confirmen que Hostin haya insultado a Musk en directo. Al parecer, la historia fue un invento: un rumor en internet que se convirtió en un pequeño escándalo antes de ser desmentido.

La anatomía de un engaño viral

El auge y caída de la controversia Hostin-Musk es un ejemplo de cómo se propaga la desinformación en la era digital. Una sola afirmación sin verificar, amplificada por los algoritmos de las redes sociales y el interés del público por el drama de las celebridades, puede eclipsar rápidamente los hechos. En este caso, la falta de una fuente creíble o de pruebas en vídeo no impidió que el rumor circulara.

Los organismos de control de medios y verificadores de datos se apresuraron a señalar las inconsistencias. Ningún medio importante cubrió el presunto incidente, y las propias cuentas de The View en redes sociales no mencionaron ninguna disculpa ni controversia en directo. En cuestión de días, la noticia desapareció de los titulares, reemplazada por el siguiente tema viral.

¿Por qué la historia se quedó grabada?

Entonces, ¿por qué el rumor cobró tanta fuerza en primer lugar? Parte de la respuesta reside en las personalidades involucradas. Sunny Hostin es conocida por sus opiniones apasionadas, a veces polarizadas. Elon Musk, por su parte, es un foco de atención constante: admirado por algunos como visionario y ridiculizado por otros como provocador.

Su aparente enfrentamiento en The View fue perfecto para las guerras culturales que ahora definen gran parte de los medios estadounidenses. Para algunos espectadores, el insulto (ficticio) fue una muestra de la valentía de Hostin; para otros, una prueba del sesgo progresista de los medios. En realidad, no fue ninguna de las dos cosas.

Los verdaderos problemas en juego

Perdidas en el ruido de la falsa controversia, se encuentran las verdaderas preguntas planteadas por Hostin y sus copresentadores. ¿Qué significa para un multimillonario tecnológico como Musk ocupar un puesto gubernamental que supervisa la eficiencia? ¿Cómo deberían las figuras públicas usar sus plataformas para exigir cuentas a los poderosos, especialmente en un clima político polarizado? ¿Y qué responsabilidad tienen los medios de comunicación —y sus audiencias— de verificar la verdad antes de compartir historias en línea?

Las críticas de Hostin a Musk se basaban en su preocupación por su influencia en el discurso público y la tecnología. Su decisión de eliminar su cuenta X y boicotear los productos de Tesla fue una protesta personal, no un ataque personal. Esté uno de acuerdo o no con ella, su postura refleja un debate más amplio sobre la intersección de la tecnología, la política y la ética personal.

Conclusión: Separando los hechos de la ficción

Al final, la supuesta disputa entre Sunny Hostin y Elon Musk fue mucho ruido y pocas nueces. No hubo insultos en directo, ni disculpas dramáticas, ni una ruptura duradera: solo otro ejemplo de la rapidez con la que los rumores pueden descontrolarse en el panorama mediático actual.

Lo que queda es un recordatorio tanto para espectadores como para lectores: en la era de la información instantánea, conviene detenerse, comprobar los hechos y separar la realidad de los rumores. En cuanto a Hostin y Musk, ambos siguen siendo tan francos e influyentes como siempre, y cada uno influye en la conversación nacional a su manera.

Así que la próxima vez que vea un titular provocativo sobre The View , Elon Musk o cualquier otra figura pública, recuerde: la verdad es a menudo mucho menos sensacionalista, pero mucho más importante, que las historias que se vuelven virales.