La nueva escuela de 100 millones de dólares de Elon Musk obtiene permiso

La última aventura de Elon Musk no es un cohete ni un coche eléctrico, sino Ad Astra, una institución educativa para la educación de la primera infancia.

Ad Astra recibió oficialmente su permiso para operar en el condado de Bastrop, Texas. Musk, codirector del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) del presidente electo Donald Trump, invirtió 100 millones de dólares en la escuela a través de su Fundación X.

La escuela abrirá sus puertas para el año académico 2024-25, ofreciendo un currículo progresivo centrado en STEM para niños de 3 a 9 años. Estará dirigida por Greg Marick, director ejecutivo de Xplor Education, una empresa que colabora con empresas estadounidenses para ofrecer programas de estilo Montessori. STEM se refiere a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

Ad Astra, que en latín significa “a las estrellas”, resume la visión de Musk de formar a la próxima generación de personas capaces de resolver problemas y construir. Según su sitio web, la misión de la escuela es “fomentar la curiosidad, la creatividad y el pensamiento crítico”. Afirma que prioriza el aprendizaje práctico basado en proyectos, donde se anima a los estudiantes a explorar, experimentar y encontrar soluciones a problemas del mundo real.

El plan de estudios se describe como una integración de materias STEM con actividades que van desde colorear y hacer collages hasta estudiar mapas y globos terráqueos.

La escuela fue financiada por la Fundación X de Musk, una organización sin fines de lucro apoyada por la Fundación Musk. Según documentos revisados ​​por Fortune, se han asignado casi 100 millones de dólares a Ad Astra, lo que la convierte en el punto de partida de una iniciativa educativa más amplia.

Los planes incluyen expandirse a la educación K-12 y potencialmente establecer una universidad en Texas, dependiendo del éxito del programa.

Newsweek  se ha puesto en contacto con Ad Astra a través del formulario de contacto web para solicitar comentarios .

La solicitud de inscripción dice que está abierta a niños que cumplieron 6 años el 1 de septiembre de 2024 o antes, y pide a los solicitantes que detallen los intereses, la personalidad, los gustos/disgustos, los pasatiempos, los deportes, las capacidades o los talentos de su hijo, así como que describan el desarrollo social y emocional de su hijo.

Esta no es la primera incursión de Musk en la educación. En 2014, fundó la Escuela Ad Astra original en el campus de SpaceX en Hawthorne, California, tras sacar a sus hijos de escuelas privadas tradicionales.

Elon Musk en el Capitolio el 13 de noviembre de 2024, en Washington D. C. La escuela Ad Astra de Musk para niños de 6 a 9 años recibió la aprobación para abrir como escuela preescolar Montessori.  Andrew Harnik/Getty Images

La institución fue diseñada para sus hijos y los de los empleados de SpaceX, centrándose en temas avanzados como inteligencia artificial y robótica, mientras que omitió materias tradicionales como música e idiomas extranjeros.

Después de que los hijos de Musk se graduaron, la escuela evolucionó a Astra Nova, una institución en línea independiente para estudiantes de 10 a 14 años. Astra Nova se describe a sí misma como una “escuela en línea experimental para niños amables, independientes y audaces”, que ofrece un plan de estudios poco convencional que incluye luchar contra robots con lanzallamas.

A pesar de las elevadas tasas de matrícula —que, según informes, ascienden a 33.000 dólares anuales—, Astra Nova opera como una organización sin fines de lucro y ha experimentado pérdidas financieras. Según el tabloide británico  The Sun , la escuela perdió casi 400.000 dólares en un año, lo que equivale a unos 2.000 dólares por estudiante, incluso cobrando 2.100 dólares por hora de clase.

Newsweek  no ha podido verificar las cifras de forma independiente y se ha puesto en contacto con Astra Nova por correo electrónico para solicitar comentarios.

Musk se encuentra entre varias personalidades destacadas que se aventuran en el ámbito educativo. Otras celebridades como Mark Zuckerberg, Will Smith, Pitbull y Oprah Winfrey también han lanzado proyectos educativos, a menudo con el objetivo de ofrecer alternativas innovadoras a la educación tradicional. Sin embargo, estas iniciativas han tenido un éxito desigual, y algunas han recibido críticas.

Zuckerberg, por ejemplo, donó 100 millones de dólares para reformar las escuelas públicas de Newark, Nueva Jersey, en 2010. La iniciativa fue criticada por su enfoque verticalista, la falta de participación comunitaria y su incapacidad para mejorar los resultados estudiantiles. Una parte significativa de los fondos se destinó a consultores y gastos administrativos.