Nadie lo sospechaba: detrás de la sonrisa radiante y la vida aparentemente perfecta de Jacqueline Bracamontes, se esconden verdades que incluso ella misma llegó a cuestionar sobre la solidez de su felicidad.

Tras 13 años de matrimonio con el empresario y piloto de carreras Martín Fuentes, Jacqueline Bracamontes —ex Miss México, actriz reconocida y presentadora estrella de Telemundo— por fin ha compartido detalles jamás contados sobre una relación que, según ella misma, ha sido “maravillosa pero no exenta de lágrimas”. Sus confesiones en la entrevista con Yordi Rosado rompieron la imagen de perfección que el público siempre había admirado, y abrieron una puerta distinta:
más honesta, más íntima, y por momentos, contradictoria.
A continuación, los 7 secretos que Jacqueline reveló por primera vez y que muestran el otro rostro de un matrimonio considerado ejemplar dentro del mundo del espectáculo mexicano.Rechazó su propuesta de noviazgo por considerarlo “demasiado loco”

En su primera cita, Jacqueline no se sintió atraída por la imagen de piloto carismático. Al contrario, lo rechazó con franqueza porque lo consideraba “adicto a la adrenalina” y con un estilo de vida demasiado extremo. Pensaba que alguien así no podía construir una familia.

Su relación comenzó gracias a una “enemiga” del pasado

La persona que los presentó fue Maqui Mogilevsky —exnovia de Valentino Lanús, ex de Jacqueline— quien incluso llegó a admitir que antes “no soportaba a Jacky”. Paradójicamente, fue ella quien terminó uniendo a dos personas que parecían imposibles de combinar.

Pensaba que Martín jamás querría ser padre

Antes de casarse, Jacqueline temía que la personalidad arriesgada de Martín no se llevara bien con la paternidad. Sin embargo, fue él quien la sostuvo emocionalmente tras la muerte de su primer hijo, Martincito. Y es él quien, día tras día, lleva a sus hijas al colegio como un ritual sagrado.

 No coincidían en la cantidad de hijos — y terminaron con cinco

Martín quería solo dos hijos, Jacqueline soñaba con cuatro. Llegaron a un acuerdo para tener tres. Pero tras diversas pruebas y “la voluntad de Dios”, hoy son padres de cinco niñas. Jacqueline se ligó las trompas sin dudarlo tras su último parto.

 La presión por tener un varón generó tensiones en la pareja

Martín anhelaba un hijo varón para continuar el legado familiar. Jacqueline confesó su temor: que un niño rompiera el equilibrio con sus hermanas, o que viviera bajo demasiada presión. Rechazó incluso los tratamientos de selección de sexo, alegando motivos éticos — una decisión que dividió opiniones.

 Estuvo al borde del colapso tras la muerte de su hijo — y pensó en renunciar a todo

Tres días antes del parto, su hijo Martincito falleció en el vientre. Fue anestesiada para no presenciar la escena. Tardó meses en recuperarse y casi abandona su deseo de ser madre. Solo las palabras de Martín —”Tienes que ser fuerte por nuestra hija”— la devolvieron a la vida.
re> Tienen un pacto tácito: solo se separarán “cuando uno de los dos muera”

Jacqueline reconoció que no todo ha sido perfecto. Han tenido discusiones y crisis. Pero Martín le dijo una vez: “Solo nos separamos cuando yo esté en el ataúd”. Para ella, esa seguridad se volvió el pilar emocional más firme de toda su vida adulta.

Conclusión
13 años de matrimonio, 5 hijas, un hijo perdido, decenas de cambios por el otro — Jacqueline Bracamontes lo ha vivido todo. Y quizá lo que la convierte en un ejemplo no es su corona de reina ni su carrera televisiva, sino la valentía de aceptar que el matrimonio no es perfecto… pero sigue valiendo la pena cada día.