El 12 de septiembre de 2025, Vivian Jenna Wilson, hija distanciada del multimillonario tecnológico Elon Musk, desfiló por primera vez en la Semana de la Moda de Nueva York (NYFW). A los 21 años, su debut en el desfile Primavera/Verano 2026 de Alexis Bittar marcó una entrada simbólica y teatral en el mundo de la moda, impregnada de temas que van mucho más allá de las telas y el estilo. Su aparición refleja no solo un hito personal, sino una declaración sobre la identidad, el activismo y la intersección del arte y los derechos.

Antecedentes: El viaje de Vivian hasta este momento

Vivian Wilson, hija de Elon Musk y su primera esposa, Justine Wilson, se declaró públicamente transgénero en 2020. Durante los años siguientes, cambió su nombre legalmente y se forjó una imagen pública y una defensa de la visibilidad transgénero y los derechos LGBTQ+. Además, ha estado distanciada de su padre desde 2022.

Antes de su aparición en la Semana de la Moda de Nueva York (NYFW), Vivian había trabajado como modelo y en performances. En mayo de 2025, protagonizó una campaña de la marca queer Wildfang, centrada en temas de identidad y autodescubrimiento. También hizo su debut en una performance drag en Los Ángeles en junio, bajo el nombre “Vivllainous”, donde apareció con un look futurista, sosteniendo una bandera del orgullo transgénero y abordó temas de justicia ambiental y social. Estos pasos previos sugieren que su debut en la NYFW fue parte de un camino cuidadosamente construido que fusiona arte, identidad pública y activismo.

El espectáculo: “Miss Estados Unidos 1991: Una secuencia de ensueño” de Alexis Bittar

El desfile de la Semana de la Moda de Nueva York, en el que Vivian debutó, fue diseñado por Alexis Bittar, joyero y diseñador residente en Brooklyn. La presentación tuvo un fuerte tema de concurso: «Miss USA 1991: Una secuencia de ensueño». Las modelos representaron varios estados de EE. UU., en particular aquellos donde, según informes, se están atacando los derechos de las personas trans. Estas decisiones no fueron solo estéticas, sino también políticas.

Vivian representó a Miss Carolina del Sur, a pesar de afirmar que nunca había visitado el estado. Su look: un brillante vestido rojo largo hasta el suelo con mangas cortas, combinado con llamativos pendientes dorados, un clutch retro (Scissor clutch) y una faja de satén. El look era dramático, el estilismo cinematográfico.

El espectáculo no se limitó a un espectáculo visual. Bittar describió la presentación como una historia sobre misoginia, depredadores desenfrenados, cosificación y derechos de las personas trans. Se inspiró en películas como Terciopelo Azul, Carrie y Las Vírgenes Suicidas. La atmósfera combinaba el glamour de los desfiles con el surrealismo y una crítica a las normas sociales.

El papel y el mensaje de Vivian

Vivian le dijo a Nylon que estaba “un poco nerviosa”, pero que se había preparado bien, incluyendo dormir toda la noche. También recalcó la importancia de este desfile: los estados representados, como Carolina del Sur, son aquellos donde los derechos de las personas trans se ven amenazados o se están vulnerando. Ser parte de esa representación, dijo, significaba mucho más que desfilar con un vestido bonito.

En sus comentarios tras bambalinas, abrazó su personaje, describiendo a “Miss Carolina del Sur” con ironía. Bromeó diciendo que su corazón era “negro como un abismo” y que tuvo que activar la “maldad” de esa personalidad de reina de los concursos. Esta caracterización irónica no la distanciaba del mensaje, sino que se apoyaba en la naturaleza performativa de los concursos para destacar la seriedad subyacente.

Recepción y significado más amplio

La recepción del público al debut de Vivian en la pasarela ha sido mayormente positiva, especialmente entre quienes se identifican con las cuestiones LGBTQ+ y el activismo en la moda. Los medios de comunicación destacaron no solo su estilo, sino también el significado de su apariencia. Diversos artículos han destacado el mensaje político de la elección de estados por parte de Bittar y el simbolismo de la presentación.

La propia Vivian, en entrevistas, ha destacado su independencia financiera, o al menos que no tiene acceso a recursos ilimitados simplemente por ser padre. Ha dicho que no tiene cientos de miles de dólares para gastar y que vive de forma más modesta, compartiendo vivienda, etc. Estas declaraciones parecen pretender disipar las suposiciones sobre su privilegio y subrayar que su camino se está forjando, no heredando.

Además, su debut en la Semana de la Moda de Nueva York se vincula con debates más amplios en el mundo de la moda: cómo los desfiles se vuelven cada vez más políticos; la importancia de la visibilidad; y cómo las marcas y los diseñadores colaboran con figuras del activismo social. La participación de Vivian conecta con cuestiones de representación —de las personas trans, de las voces marginadas— y cómo la moda puede ser más que estética.

Desafíos, controversias y críticas

Si bien su debut ha sido elogiado, también existen tensiones inevitables. Una de ellas es la relación con su padre. En los últimos años, Elon Musk ha hecho declaraciones públicas que los críticos han calificado de transfóbicas. Vivian ha denunciado el uso de nombres muertos y otros abusos. Su distanciamiento es real y público. Su apariencia e identidad se ven inevitablemente a la luz de ese conflicto personal.

Otro desafío es la cuestión de la autenticidad frente a la actuación. Algunos observadores pueden percibir los temas de los concursos, las bandas y la estética de “Miss USA” como nostálgicos o incluso kitsch; integrarlos en la crítica política puede correr el riesgo de caer en la superficialidad si el comentario se pierde tras el espectáculo. Sin embargo, muchos argumentan lo contrario: que esos mismos elementos (espectáculo, identidad performativa) generan un poderoso simbolismo cuando se usan deliberadamente. La propia adopción lúdica de Vivian de un rol de Reina “malvada y perversa” sugiere que es consciente de esta tensión y la está utilizando.

Finalmente, la visibilidad siempre conlleva riesgos. El hecho de que Vivian se haya convertido en el centro de atención como activista trans y modelo genera escrutinio, críticas y reacciones negativas tanto de los medios como del público. Sin embargo, su trabajo público previo sugiere que ella lo espera y debe prepararse para ello.

Implicaciones: Qué podría significar este debut

Para Vivian personalmente

Este desfile podría marcar un punto de inflexión en su vida y trayectoria pública. Consolida su presencia no solo como familiar de una figura pública, sino como su propia figura en la moda y el activismo. Le brinda plataforma, credibilidad y visibilidad. Puede abrirle puertas a más modelaje, contratos con marcas y conferencias. También reafirma su identidad con valentía frente al distanciamiento familiar y el debate público.

Por la visibilidad trans y la moda

El debut de Vivian contribuye a una tendencia más amplia de representación trans en la alta costura. Diseñadores, marcas y desfiles incluyen cada vez más modelos trans o se centran en historias de género, identidad y justicia social. Su participación en un desfile que aborda abiertamente los derechos trans (a través de los estados representados) podría animar a más diseñadores a integrar la política en su arte. Esto puede influir en la percepción pública, contribuyendo potencialmente a normalizar las identidades trans y posiblemente impulsando el diálogo o el apoyo en lugares donde la legislación aún es hostil.

Para el discurso público y la cultura

Su presencia y visibilidad también alimentan debates sobre los derechos parentales, la riqueza, la identidad y la independencia. Las declaraciones públicas de Vivian sobre sus finanzas, su distanciamiento y la falta de expectativas de herencia sugieren que aspira a ser juzgada por sus acciones y creencias, no por su apellido ni su riqueza. En una época en la que se suele asumir que los hijos de las celebridades gozan de privilegios y comodidades, su narrativa desafía estas suposiciones.

Además, en cuanto a cómo los desfiles de moda son más que ostentación, este debut subraya que el diseño y el modelaje pueden ser mecanismos de protesta o crítica social. La combinación de teatralidad, simbolismo y mensaje político en el desfile de Bittar es un ejemplo de cómo convergen el arte y el activismo.

Conclusión

El debut de Vivian Wilson en la Semana de la Moda de Nueva York es más que el primer desfile de una modelo; es una declaración pública con múltiples facetas. Desde su vestido y su banda hasta su postura y las entrevistas tras bambalinas, este momento encapsula identidad, resistencia y performance. Mientras se presenta ante el público en un mundo a menudo hostil, lo hace bajo sus propios términos.

Ya sea que esto marque el comienzo de una larga carrera en la moda o quede como una declaración memorable, es probable que el debut de Vivian se recuerde como parte de un movimiento más amplio: las personas trans reclamando espacio en la cultura, exigiendo visibilidad y utilizando el arte como protesta. Su desfile en el Teatro Abrons, bajo luces brillantes, no se centró solo en las telas, sino en la afirmación.