Maribel Guardia entre lágrimas: se arrepiente de no hacer la autopsia a su hijo

A más de un año de la partida de Julián Figueroa, su madre, la querida actriz y cantante Maribel Guardia, volvió a hablar del tema que más le ha marcado la vida… y lo hizo entre lágrimas, con una confesión que ha dejado a todo México en silencio:

“Me arrepiento de no haberle hecho la autopsia a mi hijo.”

La revelación, hecha durante una entrevista televisiva, ha removido heridas que jamás cerraron y reabierto un debate que muchos creían enterrado: ¿qué pasó realmente con Julián?

💔 UNA CONFESIÓN QUE NADIE ESPERABA

La entrevista comenzó con un tono tranquilo. Maribel hablaba sobre su regreso a los escenarios, sobre la fe, sobre la fuerza que encontró en su nieto. Pero cuando el conductor mencionó a Julián, su mirada cambió.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y su voz se quebró.

“A veces me despierto en la noche y pienso… ¿y si hubiera pedido la autopsia? Quizás habría entendido mejor. Quizás habría tenido paz.”

El estudio quedó en silencio.
La actriz, siempre fuerte, se mostró rota, vulnerable, humana.
No hubo maquillaje ni sonrisa que pudiera ocultar el peso de una madre que todavía no entiende del todo la partida de su hijo.

🕯️ EL DÍA QUE TODO CAMBIÓ

El 9 de abril de 2023 quedó grabado como el día más oscuro en la vida de Maribel Guardia.
Su hijo, el también cantante Julián Figueroa, fue encontrado sin vida en su hogar, a los 27 años.
Según el reporte médico, la causa fue un infarto agudo al miocardio y fibrilación ventricular.
Sin embargo, no se le practicó autopsia, porque la familia decidió respetar la privacidad del momento.

“Yo no quería que tocaran su cuerpo. No podía soportar la idea. Solo quería abrazarlo una vez más”, explicó entre sollozos.

Pero con el paso del tiempo, las dudas comenzaron a crecer.
“Ahora pienso si fue una decisión impulsiva, si dejé de saber algo que debía saber.”

⚡ LA CULPA QUE NO LA DEJA DORMIR

Durante la conversación, Maribel confesó que la culpa la ha acompañado todos los días desde entonces.
“Como madre, sientes que fallaste. Que algo se te escapó, que pudiste haber hecho más. A veces me pregunto si ignoré alguna señal. Me torturo pensando en eso.”

La presentadora le preguntó si ha buscado ayuda psicológica.
Maribel asintió: “Sí, pero hay cosas que ni el tiempo ni la terapia sanan. Uno aprende a convivir con el dolor, no a superarlo.”

Sus palabras conmovieron a miles de espectadores. En redes sociales, el hashtag #MaribelGuardia se volvió tendencia en cuestión de minutos.
Usuarios de todo el mundo le enviaron mensajes de apoyo y admiración por su valentía.

🕊️ UNA MADRE Y UN HIJO UNIDOS POR EL ARTE

Julián Figueroa no era solo su hijo, sino su compañero artístico y emocional.
Ambos compartían escenario, consejos y sueños.
“Él era mi orgullo, mi motivo. Tenía tanto talento, tanto corazón. Me duele que el mundo no haya alcanzado a conocerlo del todo”, dijo.

La actriz recordó uno de los últimos mensajes que le envió su hijo antes de morir:

“Mamá, no te preocupes tanto. Dios tiene un plan.”

Maribel confesó que esa frase la persigue constantemente. “Yo quiero creer que sí, que Dios tiene un plan… pero a veces me rebelo, porque no entiendo por qué me lo quitó tan pronto.”

⚰️ LA DECISIÓN QUE LA PERSEGUIRÁ SIEMPRE

Cuando se le preguntó por qué decidió no autorizar la autopsia, su respuesta fue tan sincera como dolorosa.

“Fue instinto. No quería verlo así. No quería que nadie lo tocara. Sentía que era profanar algo sagrado.”

Reconoció que, con el paso del tiempo, esa decisión se transformó en una carga emocional.
“Quizás si hubiera sabido más, mi mente habría descansado. Pero no lo hice. Y ahora vivo con esa duda. No porque piense que algo raro pasó, sino porque el no saber te deja un vacío eterno.”

🌹 EL PESO DE SER FUERTE

Desde la tragedia, Maribel Guardia ha mantenido una imagen de fortaleza. Ha vuelto al teatro, ha sonreído en cámaras, ha agradecido a Dios por seguir viva.
Pero detrás de esa sonrisa, hay noches de llanto silencioso.

“Todos me dicen que soy valiente, pero la verdad es que no me queda otra opción. Tengo un nieto que necesita verme de pie. Pero cuando estoy sola, a veces me derrumbo.”

La confesión estremeció a todos los presentes.
Por primera vez, la actriz permitió ver la grieta detrás del brillo.

💫 EL AMOR QUE SIGUE PRESENTE

Maribel aseguró que siente la presencia de su hijo constantemente.
“Lo sueño mucho. A veces me despierto con su voz en la cabeza. Me dice que esté tranquila, que él está bien. Yo le hablo en mis oraciones todos los días.”

También confesó que mantiene un pequeño altar en casa, con una vela que nunca apaga.
“Es mi forma de tenerlo cerca. Mientras esa luz siga encendida, siento que él está conmigo.”

⚡ EL MOMENTO EN QUE SE ROMPE

En la parte final de la entrevista, el conductor le preguntó:
—¿Si tuvieras un minuto más con él, qué le dirías?

Maribel respiró profundo, miró a la cámara y respondió entre lágrimas:

“Le diría que lo amo, que lo perdono por haberse ido, y que me perdone a mí por no haberle hecho la autopsia. Porque quizás, con eso, habría entendido un poco más su partida.”

El público quedó en silencio. La actriz se cubrió el rostro y el programa cortó a comerciales.
Pero en redes sociales, su llanto ya había dado la vuelta al mundo.

🕯️ UNA HISTORIA QUE SIGUE VIVA

La muerte de Julián Figueroa marcó un antes y un después en la vida de Maribel Guardia, pero también la convirtió en símbolo de amor y resiliencia.
“Mi hijo no está muerto mientras lo recuerde. Su música, su sonrisa, su energía siguen aquí”, afirmó.

Hoy, la actriz continúa trabajando, aferrándose a la fe y al amor de su familia.
“Dios me dio una misión: cuidar de lo que él dejó. Su hijo, su memoria y mi propia alma.”

🕊️ EL DOLOR DE UNA MADRE ETERNA

La entrevista cerró con una frase que quedará grabada en millones de corazones:

“Nunca se supera la pérdida de un hijo. Solo aprendes a respirar distinto.”

A los 65 años, Maribel Guardia demuestra que el dolor y la esperanza pueden coexistir.
Su confesión no solo conmovió a México, sino que recordó al mundo entero que detrás de las estrellas también hay heridas invisibles.

Y mientras las luces del estudio se apagaban, su voz aún resonaba:

“Lo único que quiero es que donde esté, sepa que su madre lo amará por siempre.”