Después de años de silencio, el exfutbolista paraguayo rompe el corazón de miles con una confesión que nadie esperaba. 

“Tuve que tragarme el dolor muchos años…”

A sus 45 años, Salvador Cabañas, aquel goleador imparable que brilló con el Club América y deslumbró con la selección paraguaya, ha decidido contarlo todo. Y lo que reveló no fue solo sobre fútbol, sino sobre las heridas profundas que arrastró durante más de una década.

Con voz firme pero visiblemente afectado, el exjugador rompió el silencio en una emotiva entrevista emitida por un canal deportivo paraguayo. La frase con la que inició lo dice todo:
“Durante años fingí estar bien… pero por dentro me estaba muriendo. No pude más.”

 El disparo que lo cambió todo

Para quienes no lo recuerdan, la vida de Salvador Cabañas cambió para siempre el 25 de enero de 2010. Aquel día, en el baño de un bar en la Ciudad de México, el delantero recibió un disparo en la cabeza. Milagrosamente sobrevivió, pero su carrera futbolística quedó truncada de la noche a la mañana.

Aunque intentó regresar a las canchas, ya nada volvió a ser igual. Detrás del rostro sonriente que se mostraba ante las cámaras, había una tormenta interna. Pérdidas económicas, problemas personales, secuelas físicas y un vacío emocional que, hasta ahora, nunca había compartido públicamente.

“Perdí todo… hasta las ganas de vivir”

Durante la entrevista, Cabañas confesó que tocó fondo varias veces.
“No solo perdí mi carrera, también mi patrimonio, amistades, mi familia se desmoronó… llegué a pensar en rendirme.”
Detalló cómo tras el atentado perdió sus propiedades, fue víctima de engaños financieros e incluso fue abandonado por personas de su entorno.

“Tuve que empezar desde cero. Volví a vivir con mis papás, sin un peso, sin saber qué hacer con mi vida… Y todo eso, mientras cargaba una bala en el cerebro.”

 Las redes reaccionan: “¡Un héroe de carne y hueso!”

Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar. Miles de usuarios en Paraguay, México y otros países de Latinoamérica expresaron su apoyo incondicional a Cabañas:

📲 “¡Eres un guerrero, Salvador! Gracias por compartir tu historia con tanta honestidad.”
📲 “La vida te golpeó, pero tú sigues de pie. Eso te hace más grande que cualquier gol.”
📲 “¡El Mariscal nunca se rinde! Fuerza, ídolo.”

Incluso excompañeros de equipo y jugadores activos como Cuauhtémoc Blanco, Roque Santa Cruz y Guillermo Ochoa enviaron mensajes de admiración:
“Cabañas no solo era un crack en la cancha, lo es en la vida”, escribió Blanco en Instagram.

Un pasado glorioso… y una caída inesperada

Cabañas no era un jugador cualquiera. Fue el máximo goleador de la Copa Libertadores en 2007 y 2008, ídolo del Club América, y la esperanza de Paraguay para el Mundial de Sudáfrica 2010.

Muchos aún se preguntan qué habría pasado si aquel disparo no hubiese cambiado su destino.
“Estaba en mi mejor momento… tenía ofertas de Europa. Pero Dios tenía otros planes para mí”, reflexionó con humildad.

 Un nuevo comienzo

Actualmente, Salvador vive en Paraguay, lejos de los reflectores. Se dedica a dar charlas motivacionales, participa en eventos deportivos locales y colabora con fundaciones que apoyan a víctimas de violencia.

“Hoy solo quiero ayudar. Si mi historia puede salvar a alguien, entonces todo el dolor habrá valido la pena”, declaró.

También reveló que está escribiendo un libro autobiográfico, donde narrará con más detalle no solo el atentado, sino también su niñez humilde, su ascenso en el fútbol y todo lo que vivió después de su caída.

 Una reflexión que cala hondo

Más allá del drama, esta confesión de Cabañas invita a reflexionar sobre cómo tratamos a nuestros ídolos cuando dejan de brillar. Sobre cómo el éxito puede desaparecer en un instante, y cómo la verdadera grandeza se mide en lo que haces cuando ya no tienes nada.

“Hoy soy más fuerte que nunca, porque conocí el infierno y decidí no quedarme ahí”, concluyó Salvador, entre aplausos del equipo del programa.

¿Tú también recuerdas a Salvador Cabañas en su mejor momento? ¿Qué opinas de su historia? Déjalo en los comentarios y comparte este mensaje de resiliencia. 🙌👇