“Hay cosas que el dinero, los cohetes y los algoritmos no pueden arreglar.”
En medio de entrevistas, lanzamientos espaciales y escándalos digitales, Elon Musk por fin tocó uno de los temas más sensibles de su vida: su hijo fallecido, Nevada Alexander. Y lo que dijo no dejó a nadie indiferente.

Por primera vez en años, el magnate tecnológico se mostró vulnerable, humano… real.

Lo dijo sin rodeos… y nadie se lo esperaba

Fue durante una entrevista reciente en un pódcast internacional —dedicado a la salud mental de grandes líderes— cuando el entrevistador le preguntó:
“¿Alguna vez has sentido que ni tu éxito ni tu inteligencia podían salvarte del dolor?”

Elon, con voz más baja de lo habitual, respondió sin filtros:
“Sí. El día que perdí a mi primer hijo. Nada en el mundo te prepara para eso.”

Y así, con esa frase sencilla pero demoledora, se abrió la puerta a una historia que pocos conocen… y que sigue doliendo como el primer día.

¿Quién fue Nevada Alexander?

Nevada Alexander Musk nació en 2002, fruto del matrimonio entre Elon Musk y su primera esposa, Justine Wilson. Era su primer hijo, su primer “gran proyecto” personal fuera del mundo de los negocios.

Sin embargo, con solo 10 semanas de vida, el pequeño falleció por síndrome de muerte súbita del lactante, una tragedia que los tomó completamente por sorpresa.

En la entrevista, Musk admitió:
“No lo hablo mucho porque todavía no sé cómo hacerlo sin romperme.”

Elon Musk y su forma de afrontar el duelo

Lo más impactante de la confesión fue cuando reveló cómo intentó “desconectarse emocionalmente” tras la muerte de Nevada.
“Tomé la decisión de no hundirme. Apagué todo sentimiento. Me metí en el trabajo, en la ingeniería, en los proyectos… Pero nunca se va. Ese vacío siempre regresa.”

Una respuesta que generó muchas reacciones. Algunos lo criticaron por “reprimir el duelo”, otros lo entendieron perfectamente.

Pero sin duda, fue un momento de humanidad cruda que rara vez se ve en alguien tan mediático.

Reacciones: “Esto me hizo ver a Elon con otros ojos”

Tras la publicación del fragmento de la entrevista en redes sociales, los comentarios no se hicieron esperar:

🗨️ “Nunca pensé llorar con algo dicho por Elon Musk. Qué fuerte.”
🗨️ “Ahora entiendo por qué es como es. Tal vez por eso busca cambiar el mundo tan rápido.”
🗨️ “Este tipo no solo construye cohetes… también ha cargado con un dolor que no se nota.”

Incluso personas que no simpatizan con Musk reconocieron que, en ese momento, mostró un nivel de vulnerabilidad pocas veces visto en figuras públicas.

Justine Wilson también lo contó… pero de otra forma

Cabe recordar que la exesposa de Elon, la escritora Justine Wilson, ya había hablado antes sobre esta pérdida en un ensayo publicado años atrás.

En su texto, ella describía cómo vivió el duelo de forma opuesta a Elon:
“Mientras yo lloraba cada día, él quería seguir como si nada hubiera pasado.”

Una diferencia que, según algunos cercanos, marcó el principio del fin de su relación.

 ¿Este trauma influenció sus decisiones?

Varios analistas psicológicos sugieren que la muerte de Nevada pudo ser un punto de quiebre en la personalidad de Elon Musk. Desde entonces, se volvió más obsesivo con su trabajo, más distante emocionalmente… y más ambicioso.

Un psicólogo comentó en redes:
“Cuando alguien pierde a un hijo tan pequeño, muchas veces busca llenar ese vacío con logros. Y en el caso de Musk, esos logros fueron literalmente fuera de este mundo.”

 Un corazón entre cohetes

Elon Musk puede ser muchas cosas: inventor, empresario, polémico, impulsivo…
Pero este episodio nos recuerda que también es un padre que sigue viviendo con una herida que no cicatriza.

Y que, detrás del hombre que quiere colonizar Marte, hay un padre que no pudo salvar a su primer hijo en la Tierra.

 ¿Tú qué opinas sobre esta confesión tan íntima de Elon Musk? ¿Te sorprendió? ¡Déjanos tu comentario! 👇