En una decisión que ha causado conmoción tanto en Wall Street como en Silicon Valley, la junta directiva de Tesla ha aprobado una asombrosa adjudicación de 96 millones de acciones para el director ejecutivo Elon Musk, valorada en aproximadamente 30 000 millones de dólares. Este paquete de alto riesgo —que equivale a aproximadamente el 3 % del total de acciones en circulación de Tesla— llega después de que el anterior y muy debatido plan de compensación de Musk (presentado por primera vez en 2018) recibiera duras críticas y fuera finalmente revocado en dos ocasiones por los tribunales, a pesar del firme respaldo de los accionistas de Tesla.

Una maniobra de “compensación”

La nueva adjudicación de acciones de Tesla se presenta como un acuerdo de compensación mientras su recurso legal contra el exitoso plan de Musk de 2018 avanza en los tribunales. El antiguo acuerdo vinculaba el pago de Musk a ambiciosos hitos de la compañía, objetivos tan ambiciosos que algunos analistas del sector los calificaban de imposibles. Sin inmutarse, Musk superó obstáculo tras obstáculo, lo que llevó a los accionistas a votar dos veces a favor de su paquete salarial récord.

Pero un juez de Delaware finalmente dictaminó que el acuerdo de 2018 era injusto, lo que suspendió las ganancias de Musk y obligó a la junta directiva de Tesla a volver a la mesa de dibujo. Su última decisión, si bien similar en estructura al plan original, introduce una diferencia crucial: la nueva compensación es solo “prospectiva”, lo que significa que compensa a Musk por su desempeño futuro, no por su trabajo pasado.

Altas recompensas, pero con condiciones

Según los términos del nuevo acuerdo, Musk recibirá 96 millones de acciones durante dos años. Sin embargo, no podrá vender ninguna de ellas durante los próximos cinco años, una medida que busca alinear sus intereses con los de los inversores a largo plazo de Tesla y acallar las críticas de quienes temen ganancias inesperadas.

Curiosamente, a Musk se le permitirá pignorar sus nuevas acciones para garantizar préstamos y cubrir los impuestos de las concesiones de acciones, una maniobra que evoca la estrategia fiscal detrás del plan original de 2018. Y a menos que Tesla gane su apelación contra la decisión del tribunal que invalida el acuerdo original, este nuevo paquete es la solución: no habrá una “doble recompra” para Musk.

Organismos de control de los accionistas y enfoque hacia el futuro

La junta directiva de Tesla recalcó rápidamente que la compañía está escuchando atentamente, no solo a los inversores en reuniones formales, sino también a sus tuits, publicaciones y preocupaciones en línea. El mensaje es claro: mantener a Musk totalmente centrado en la misión de Tesla es ahora una prioridad estratégica. La junta insinuó los “próximos pasos” para asegurar que Musk siga comprometido, posiblemente incluyendo futuras inversiones en sus proyectos de IA, como xAI, que ya ha comenzado a impulsar funciones en los vehículos de Tesla.

¿El salto de un multimillonario hacia el estatus de billonario?

La cuantía del nuevo premio de Musk ha reavivado la especulación que venía desarrollándose: ¿podría Elon Musk convertirse en el primer billonario del mundo en 2027? Como señalan algunos analistas, los 30.000 millones de dólares que se otorgaron como compensación son solo una fracción de ese hito. La persistente innovación de Tesla y la ambición incansable de Musk sugieren que la carrera sigue muy reñida.

¿Audacia corporativa o precedente peligroso?

Mientras los expertos financieros y los analistas de salón debaten sobre la conveniencia de una remuneración ejecutiva tan descomunal, una cosa es segura: la voluntad de Tesla de apostar por Elon Musk es tanto una apuesta como una declaración de fe.

¿Justificará la visión de Musk, e incluso eclipsará, este histórico día de pago? ¿O lamentarán las futuras juntas directivas e inversores esta apuesta corporativa? Por ahora, todas las miradas siguen puestas en el próximo capítulo de Tesla y su ambicioso CEO.